Rusia y Corea del Norte estrechan lazos: envío de 6.000 trabajadores norcoreanos a Moscú

Corea del Norte enviará 5.000 trabajadores de la construcción y 1.000 desminadores a Rusia, específicamente a la región de Kursk, donde soldados norcoreanos ya habían combatido junto a las fuerzas rusas contra Ucrania. Este anuncio se enmarca en el fortalecimiento del vínculo bilateral y muestra la profundización del lazo entre ambos países. La decisión, según Serguéi Shoigú, responde a una orden directa del presidente Vladimir Putin. Las brigadas de construcción militar tendrán la misión de restaurar las infraestructuras eléctricas, de comunicaciones y los edificios dañados, una vez que finalicen las tareas de desminado.

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UN LAZO QUE DESAFÍA LAS SANCIONES

Según estimaciones de inteligencia surcoreana, al menos 15.000 trabajadores norcoreanos ya se encuentran en Rusia, pese a las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíben este tipo de intercambios. Estos trabajadores, muchos empleados en el rubro de la construcción, cobran cerca de 800 dólares mensuales, aunque gran parte de sus salarios va a parar al régimen de Pyongyang, que obtiene divisas imprescindibles en un contexto de aislamiento internacional.

ESTRECHANDO LA COLABORACIÓN

El nuevo contingente se sumará así a una colaboración que desafía los marcos legales internacionales. El envío de personal norcoreano no se limita a la reconstrucción: Pyongyang ya ha aportado armas y tropas al conflicto, y ahora también escultores y arquitectos que trabajarán en la edificación de monumentos conmemorativos en ambas naciones, en honor a los soldados norcoreanos muertos en Kursk. El funcionario ruso también anunció que ambas capitales están avanzando en la creación de un enlace aéreo directo, que no existe desde hace más de tres décadas. Este gesto logístico refuerza la proyección de una relación bilateral más estrecha y sostenida en el tiempo, cimentada en intereses geopolíticos compartidos.

ALERTA INTERNACIONAL

El fortalecimiento del eje Moscú-Pyongyang no ha pasado desapercibido para los aliados occidentales. Según reportes de inteligencia surcoreana, Rusia ya habría transferido a Corea del Norte tecnología militar sensible, incluyendo misiles de defensa aérea, drones, sistemas de guerra electrónica y conocimientos para lanzamientos satelitales. Esta cooperación técnica podría impulsar significativamente los programas de misiles y armas nucleares de Kim Jong-un. En septiembre de 2024, los dos países firmaron un histórico tratado de defensa mutua, que compromete a cada parte a prestar asistencia si la otra es atacada. El pacto fue leído en Seúl y Washington como una amenaza directa a la seguridad regional y un signo de creciente desestabilización en Asia nororiental.