Motores fabricados en China están siendo utilizados por IEMZ Kupol, un fabricante estatal de drones en Rusia, camuflados como ‘unidades de refrigeración industrial’ para evadir sanciones internacionales. Estos motores permiten a Rusia aumentar la producción del dron Garpiya-A1, utilizado en el conflicto en Ucrania.
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INFORME DETALLADO
A pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, la empresa rusa Kupol ha logrado incrementar el ensamblaje de los drones Garpiya-A1. La documentación interna revela un acuerdo para producir más de 6.000 unidades este año, comparado con las 2.000 fabricadas en 2024. Estos drones son utilizados mensualmente por Rusia para realizar acciones militares en Ucrania.
La exportación de estos motores ha continuado a pesar de las sanciones, siendo transportados por nuevas empresas intermediarias. A pesar de las solicitudes de comentarios, ni Kupol ni los ministerios rusos han respondido. Por otro lado, China ha negado su participación en la exportación de estos componentes y ha expresado su oposición a las sanciones unilaterales.
La colaboración de firmas chinas con Rusia ha generado tensión diplomática, llegando a ser tema de discusión en la cumbre entre la presidenta de la Comisión Europea y el presidente Xi Jinping. La Unión Europea ha instado a China a detener el comercio de bienes de doble uso con Rusia.
Documentos revisados revelan que los motores chinos fueron despachados a través de empresas intermediarias y transportados a Rusia con etiquetas falsas. Esto ha involucrado a al menos dos empresas rusas asociadas. Se estima que Rusia utiliza alrededor de 500 drones Garpiya mensualmente en sus acciones militares en Ucrania.
(Con información de Reuters)