Rosario: Cada vez más personas hacen cola en busca del pan que sobra en una panadería céntrica


Marcela Sassani, gerente de la histórica panificadora de Santa Fe al 1000, admite que el fenómeno «se ha incrementado» en los últimos tiempos. Esta semana llegaron a tener entre 20 ó 25 personas en la puerta del negocio.

Todas los días, cuando el sol cae y la actividad en el microcentro ya ingresa en otra fase, un grupo de personas que cada vez es más numeroso se congrega frente a la histórica panadería y confitería «Nuria» (Santa Fe al 1000) y hace cola para pedir las sobras de pan, facturas y bizcochos que no fueron vendidos en la jornada.

«Es un indicador del momento social que se vive y hemos visto cómo ha aumentado la cantidad de personas. Nos ha sorprendido de sobremanera que esto se de en verano. Siempre venía más gente en invierno, pero en este verano, uno de estos últimos días llegamos a tener 25 personas en la puerta del negocio», cuenta Marcela Sassani, gerente de la empresa panificadora que está en Rosario de 1936.

Tradicional firma. 

Sassani está al frente del comercio hace diez años. Cuenta que la panadería original, o la primera, la abrió un inmigrante catalán en 1936. Esa persona fue quien se la vendió a la familia de Marcela en 1955. Actualmente son cuatro propietarios de la misma familia, y además de la casa central ubicada en Santa Fe al 1000, funcionan otros siete negocios que explotan la franquicia. Sólo en la casa central trabajan 80 personas.

assani explica que «hace muchos años» que «Nuria» entrega el pan, factura y bizcochos que no se venden. «Esto es algo que se hizo siempre, pero lo que cambió es la cantidad de gente que viene ahora. Advertimos un incremento, especialmente desde fines del año pasado. La otra noche, un señor que está siempre y que es el que dice cuántas personas hay para que nosotros preparemos las bolsas, dijo que eran quince. Pero cuando salimos con las quince bolsas, había más gente esperando mercadería; eran 20 ó 25».

El público que se congrega todas las noches es muy variado. «Hay gente en situación de calle, jubilados muy humildes; en general es gente adulta, aunque también hemos vistos mujeres con niños y hasta algún mochilero que pasó justo por ahí y al ver la cola se acercó a buscar lo suyo», agrega Sassani.

Industria golpeada

La gerente de «Nuria» dijo que la empresa colabora dentro de sus posibilidades con comedores o instituciones en el marco de una situación bastante compleja para la industria de la panificación. «Los costos operativos son muy elevados y se achican los márgenes de ganancia, porque no se pueden trasladar todos los aumentos de los insumos al precio de venta. Está todo complicado. A lo largo de estos años apareció mucha competencia. Venden en Facebook y nosotros tenemos una estructura grande, con costos fijos muy grandes».