En el marco de las actividades especiales en la Fiesta Nacional del Teatro, se desarrolló en la Escuela Vocacional de Educación Artística (E.V.E.A.) el taller «Coordinación de la Intimidad», que plantea la importancia de establecer pautas consensuadas entre los actuantes antes de llevar a cabo una escena y revela un nuevo rol en la industria cultural de la actuación.
María Soledad Marciani, graduada en Artes performativas por la Universidad de Boloña, Italia, con una tesis sobre las primeras experiencias teatrales en Estados Unidos en esta temática, explicó el rol que cumple un coordinador de intimidad y comentó que surgió en 2016, advirtiendo que en Argentina en el último tiempo comenzó a tener presencia en sets televisivos y de cine.
«Una coordinadora de intimidad establece las líneas de cómo se trabajará con este enfoque que consiste en lo que los actuantes estén dispuestos a hacer. Aporta estrategias, herramientas y elementos que puedan ayudarlos en las escenas de intimidad y luego es un trabajo colectivo donde todos intervienen y ella acompaña el proceso de producción de la escena», explicó.
Durante el encuentro insistió que el eje principal es el consentimiento que siempre tiene que ser informado (el actuante no puede darlo sin saber qué es lo que deberá hacer) en las reuniones de preproducción.
También dijo que se debe «desexualizar el proceso», y en relación a esto, uno de los asistentes sostuvo que «al momento de hacer una escena el rol de poder se pone en juego y eso inmoviliza, y a veces el director manipula».
Una de las estrategias que expuso Marciani fue la de acordar un recorrido coreográfico donde la coordinadora toma elementos de la danza. «Este enfoque no es solo para prevenir abusos sexuales, sino también para enriquecer la escena; se puede poetizar una escena de sexo», señaló.
Acerca de los límites, dijo que al momento de establecerlos cada actuante en primer lugar debe pensar los propios para luego expresarlos y de esa manera armar colectivamente la escena íntima.
Vida Ignes, directora no binaria de la Comedia Municipal, consideró importante este rol (nuevo) porque es generar otro puesto de trabajo en la industria. En este sentido, Claudia Quiroga, representante del Quehacer teatral, comentó que están trabajando para que la formación como coordinador de intimidad «sea más accesible». «Las formaciones en coordinación de intimidad son costosas y terminan siendo elitistas», agregó Marciani.
El taller estuvo a cargo de las representantes del Quehacer Teatral Nacional Claudia Quiroga y Paula del Prato, y participaron artistas catamarqueños y de elencos de las provincias que subieron al escenario con sus obras en la fiesta del teatro independiente.
Por otro parte, en el espacio Cachalahueca, se presentaron los libros «El hombre cóndor» y «La puta mejor embalsamada», moderado por David Jacobs y Juan Crespo (Editorial INTeatro) junto a los autores David Metral e Iván Santos Vega y las directoras Julieta Daga y Mariana Fabiola Vilte.
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