Récord de ejecuciones en Arabia Saudita: 345 personas ajusticiadas en 2024

Arabia Saudita ha alcanzado un récord sangriento, ejecutando a 345 personas en 2024, la cifra más alta registrada por Amnistía Internacional desde 1990. En lo que va del 2025, ya se han registrado 180 ejecuciones, lo que indica que este récord podría ser superado.

#ArabiaSaudita #derechoshumanos #penademerte

EJECUCIONES POR DELITOS NO VIOLENTOS

La mayoría de las ejecuciones están vinculadas a delitos no violentos relacionados con drogas. Según la ONG Reprieve, dos tercios de los ejecutados este año fueron condenados por este tipo de cargos.

Las autoridades saudíes suspendieron las ejecuciones por delitos de drogas durante 33 meses, pero retomaron estos ajusticiamientos en noviembre de 2022, con más de 260 personas ejecutadas desde entonces. Arabia Saudita no ha explicado los motivos del cambio de política.

VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS

El informe de Amnistía pone de relieve el “alarmante ritmo” al que están siendo ejecutados extranjeros por delitos relacionados con drogas, con casi el 75% de los ejecutados por drogas siendo migrantes. Además, denuncia el uso creciente de la pena de muerte por cargos de “terrorismo”, especialmente contra miembros de la minoría chií y la situación de menores condenados a muerte.

El uso sistemático de la pena de muerte en estos casos contradice los compromisos asumidos públicamente por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, lo que ha generado llamados internacionales para detener esta oleada de ejecuciones.

REFORMAS Y REFORMAS REPRESIVAS

Estas ejecuciones ocurren en paralelo a una serie de reformas impulsadas por el príncipe heredero bajo el plan Visión 2030, que busca modernizar la economía saudí. Si bien se han producido avances simbólicos, como permitir a las mujeres conducir, las políticas represivas continúan.

El ritmo actual de ejecuciones pone en duda las promesas de reforma y refuerza las denuncias de un sistema judicial que viola sistemáticamente los derechos humanos más básicos.
Las ejecuciones en Arabia Saudita no solo despiertan preocupación a nivel local, sino que generan un rechazo internacional renovado, lo que podría influir en el curso de estas prácticas atroces.