Por estos días, la desorientación es total en el gobierno nacional. En las últimas horas hubo reuniones y más reuniones. No sólo en la Casa Rosada sino también en la quinta de Olivos. El presidente Mauricio Macri llamó a todos los ministros y les pidió “tranquilidad”. ¿Por qué? Dentro del cuerpo gubernamental hay diferentes pensamientos. Hasta ahora saltaron algunos que pidieron un “paso al costado” del propio Macri. Parece que hubo enojos por parte del mandatario, quien salió a decir, con fuerza y en alta voz: “Soy el único candidato a presidente”.
Al mismo tiempo, pidió ayuda a los empresarios para detener el aumento de los precios. No hay caso. No le llevan el apunte. Por otra parte, la desorientación llega hasta las barbas, no de Jaime Durán Barba, sino del Banco Central de la República Argentina (BCRA). No saben cómo detener la inflación del dólar, que un día baja un poquito y otro día sube el doble. Desde la banca de los Estados Unidos se están enviando mensajes al gobierno argentino diciéndole que “existe cada vez más inquietud en los inversores”. Para colmo, al gobierno se le escapó una encuesta donde Cristina Fernández de Kirchner lo supera a Macri por más de diez puntos. Por eso, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se “aisló” en su distrito, no quiso ir a Córdoba y está haciendo lo imposible para poner en práctica medidas bien populares, muy cercanas al peronismo, y poder ganar otra vez en la provincia. “No quiero ser candidata a presidente”, le dijo a Macri, quien aceptó con satisfacción la idea porque quiere ser él, pero claro, los cálculos que se presentan son bastante inquietantes. Cada vez está más abajo en los números y hasta lo dan tercero. Todo esto se trató en la reunión de gabinete del viernes y se siguió analizando ayer, en Olivos.
Estaba previsto que hubiera más encuentros. El que habló para desmentir renuncias en el gabinete fue Marcos Peña, y el propio Macri también hizo alusión al propósito de mantener a su equipo “por el momento” Pero hay más de todo este mejunje de hechos que se suceden dentro del propio gobierno, y contamos lo que sabemos en los siguientes bloques.
Macri, obsesionado
Está llegando al gobierno un mensaje, casi permanente, de los expertos en Wall Street, la Bolsa de Valores de Nueva York. Los inversores le dicen que “con este panorama se hace difícil una salida rápida de la economía argentina”C
inversores y analistas del sector norteamericano han enviado notas al propio Presidente donde expresan grandes temores al cambio de las reglas del juego. Destacan que la política emanada de la Casa Rosada y respaldada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) “puede ser cambiada por el propio gobierno ante la situación socioeconómica que atraviesa el país”, lo cual motiva “una inquietud que desalienta invertir en la Argentina”. Las encuestas que llegan a los inversores dan un triunfo contundente a Cristina y de allí la preocupación de Macri, en tanto que la inflación este mes alcanzaría “por arrastre” un número de 3 y pico por ciento o quizás, dicen los que saben, de 4 por ciento. Por más que pida tranquilidad, el Presidente se tiene que tomar la presión.
¿Enfriamiento?
En medio de toda esta melange en la que sube el dólar, sube el riesgo país, suben los precios (que es cierto), y de otras cosas que no tienen solución, ahora corre la versión de que Durán Barba no tiene el mismo respaldo que hace tres años del Presidente. Parece que está fallando en los pronósticos y al propio tiempo están surgiendo algunas apreciaciones que deberían ser reservadas pero se filtran. Por ejemplo ese relevamiento, que según ellos “se escapó”, de una medición donde la ex lo supera rotundamente al actual gobernante. Pero también se conocieron ciertos comentarios del ecuatoriano, quien se quiso hacer el Juan Domingo Perón y dijo: “En el concurso de los peores, somos los menos malos”.
El gran líder había dicho alguna vez: “No es que nosotros seamos tan buenos, sino que los demás son peores”, refiriéndose a la oposición. Claro que Perón tenía pergaminos favorables para hacer apreciaciones. En cambio, este muchacho no está en condiciones de hacerse el pícaro.
Vidal, preocupada
En el tradicional espacio de noticias breves y sabrosas hay hechos y palabras para consignar. Lea esta: “Hay que aguantar hasta el 22 de junio”. Lo dijo Marcos Peña, uno de los ojos del Presidente. Lo mismo que dijo Macri para con el pueblo. En esa fecha se presentan las listas para las próximas elecciones. Al joven Marcos, desde la sociedad ya le contestaron: “Aguante usted, señor ministro. Gana bastante como para aguantar. Nosotros no”. ¿Qué tal?
¿Sabían que la Vidal está preocupada? Hay un porqué. Si Cristina señala un candidato en Buenos Aires, puede tener ya un número instalado que supera el 37%; por su parte, Cambiemos podría tener un 30 por ciento por instalación de Macri. La muchacha -que supera por varios puntos en imagen positiva e intención de voto al Presidente- podría vérsela difícil en la provincia. Es decir que Cristina arrastra para arriba, y Vidal “va para abajo por la caída de Macri”. Dicen que la gobernadora lo llama a este fenómeno “la fuerza de gravedad invertida”. ¿Qué me dice?
Sigo: enviaron una nota para que se hable de la situación actual y no tanto de las elecciones. Lo hicieron los progresistas al presidente Macri. Miguel Lifschitz, Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín y Federico Storani esperan que se los convoque. En tanto, el senador peronista Miguel Pichetto estuvo en Estados Unidos, donde actuó con moderación y no criticó al gobierno. Aquí en la Rosada lo calificaron de “una figura ecuánime y para escucharla”. Fue la última del bloque.
Seguridad
El gobierno adoptará medidas de prevención para evitar cualquier alteración del orden los días 30 de abril y 1° de mayo, ante el paro general y la recordación del Día de los Trabajadores, a la que se suma otra huelga.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se reunió con los organismos de seguridad y diferentes sectores de la policía con sus regionales para determinar cuáles son los lugares a custodiar con presencias reforzadas y al mismo tiempo solicitará a los organizadores de las medidas de fuerza la adopción de estructuras de seguridad de acuerdo con las necesidades de cada caso.