La isla de Procida, en el golfo de Nápoles, es un paraíso mediterráneo de apenas cuatro kilómetros cuadrados de extensión. Esta joya volcánica se destaca por su combinación única de paisajes, coloridas viviendas y tradiciones ancestrales, manteniendo su esencia a pesar de haber sido designada Capital Italiana de la Cultura en 2022.
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Hogar de nueve barrios, Procida ofrece una armonía entre historia, naturaleza y vida local. Con una desconexión total del bullicio urbano, esta isla cautiva con colores tenues y una atmósfera tranquila, contrastando con sus famosas vecinas, Capri e Ischia.
El transporte limitado pero eficiente permite explorarla a pie, en autobuses locales, taxis o incluso alquilando un scooter para recorrer sus distintos barrios. Marina di Corricella, una aldea pesquera libre de autos, se convierte en un punto de atracción con sus fachadas de colores que descienden hasta el mar, y un puerto que ha sido escenario de numerosas películas.
Además de su encantadora arquitectura, Procida cuenta con hermosas playas como Chiaia, Pozzo Vecchio y Chiaiolella. Sus aguas cristalinas y fondos arqueológicos hacen de este destino un lugar ideal para buceo y snorkel. La cultura de Procida ha sido fuente de inspiración para importantes logros artísticos, tanto en la literatura como en el cine, consolidando su magnetismo visual y su huella internacional.