Un gendarme fue procesado por el homicidio de Facundo Ariel Scalzo, el joven muerto a balazos por la espalda hace 13 días en el Barrio Rivadavia del Bajo Flores porteño, aunque quedó excarcelado por orden de la Cámara del Crimen, informaron hoy fuentes judiciales.
La jueza en lo Criminal y Correccional 55, Alejandra Alliaud, procesó al gendarme Diego Rocha por “homicidio calificado por tratarse de personal de una fuerza de seguridad”, delito contemplado en el inciso 9 del artículo 80 del Código Penal y que se castiga con la pena de prisión perpetua.
La magistrada también dispuso convertir en prisión preventiva la detención de Rocha, pero en paralelo a esta resolución, la Sala IV de la Cámara del Crimen resolvió ayer otorgarle una excarcelación bajo caución juratoria.
Según las fuentes, la jueza, además dictó la falta de méritos para los otros dos gendarmes involucrados inicialmente en el hecho, Jorge Luis Pérez y Juan Pablo Ruiz, quienes ya habían sido excarcelados previamente por la propia Alliaud, quien les fijó una caución de 100 mil pesos.
La magistrada consideró que en este momento de la instrucción de la causa no existen suficientes pruebas para procesarlos ni para sobreseerlos, más aún cuando restan producirse varios peritajes sobre proyectiles, ADN y un video.
Respecto de la excarcelación de Rocha, los camaristas Alberto Seijas e Ignacio Rodríguez Varela le impusieron como condición la imposibilidad de acercarse a menos de mil metros del lugar del hecho y del domicilio de la familia de la víctima y que cada 15 días debe comunicarse con el juzgado.
La clave para el procesamiento de este gendarme fueron las conclusiones de la autopsia –a la víctima la mataron de dos tiros que entraron por la espalda- y una pericia balística que comprobó que de su pistola reglamentaria calibre 9 milímetros partió el proyectil que quedó alojado en uno de los brazos de Scalzo (20).
Para la jueza Alliaud, el gendarme procesado disparó cuando «Scalzo corría en dirección opuesta» y al balearlo por la espalda excedió “el límite de la justificación”.
El propio Rocha ya había admitido en su declaración indagatoria que él había disparado contra Scalzo, mientras que Pérez y Ruiz habían dicho que sólo tiraron al aire.
Otros resultados balísticos ya habían establecido que cuatro de las vainas servidas recolectadas en el lugar del hecho se correspondían al arma de Rocha, dos de las cápsulas coinciden con la pistola que tenía Pérez y siete con el arma 9 milímetros incautada en el lugar y que los gendarmes le atribuyen a Scalzo.
Mientras que el peritaje de deflagración de pólvora en manos ya había dado positivo para Rocha e indeterminado para Pérez, Ruiz y Scalzo.
De acuerdo a la autopsia, Scalzo falleció como consecuencia de los dos disparos que ingresaron por la espalda a la altura de las escápulas y salieron por el pecho, en tanto que otra bala –la que fue peritada- quedó alojada en uno de los brazos de la víctima.
A su vez, Alliaud intenta determinar si la pistola Bersa 9 milímetros secuestrada en el lugar, y desde la cual aparentemente se hicieron disparos, la llevaba Scalzo, tal como declararon los gendarmes, o si la portaba alguna otra persona que participó de los incidentes previos al crimen, aunque más allá de eso ya dejó en claro en su resolución que al joven lo mataron por la espalda y en forma injustificada.
Además, en el juzgado analizan un video casero aportado por la querella y en el que se ve cómo durante una corrida arrojan esa pistola Bersa y pega contra el portón donde luego fue secuestrada.
“Este Fallo judicial comienza a dar vuelta la pesada herencia de la #DoctrinaChocobar, para dar paso a un nuevo paradigma que establece la prohibición de privar de la vida arbitrariamente para todo agente estatal de una fuerza de seguridad”, expresó en su cuenta de Twitter Gabriela Carpineti, de la Dirección Nacional de Acceso a la Justicia, organismo que asiste jurídica y psicosocialmente a la madre de Scalzo y toda posible víctima de “gatillo fácil”.
El hecho ocurrió el 17 de junio por la tarde cuando los tres gendarmes fueron alertados por vecinos del Barrio Rivadavia que ocho personas amedrentaban a una mujer.
Siempre según la versión de los gendarmes, cuando llegaron a la esquina de Alfonsina Storni y Pasaje Roldán se encontraron con dos jóvenes armados con los que mantuvieron un enfrentamiento, producto del cual Scalzo cayó muerto de los dos tiros que le ingresaron por la espalda.
Tanto un testigo presencial del hecho como la madre del joven muerto declararon luego ante la jueza de la causa que la víctima no portaba armas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.