El monóxido de carbono es un gas venenoso, incoloro e inodoro, que se produce por la combustión incompleta de materiales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gasoil y nafta. Su inhalación reemplaza el oxígeno en la sangre, dañando el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo.
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Riesgos y prevención
Las personas más vulnerables a la intoxicación son los niños pequeños, adultos mayores, pacientes con enfermedades cardíacas/pulmonares, fumadores y quienes viven en zonas de gran altitud. Protección Civil destaca el control de instalaciones de calefacción y la ventilación como medidas clave durante el frío.
Advertencias y recomendaciones
El director de Protección Civil, Walter Zárate, enfatiza que el monóxido de carbono, conocido como ‘asesino silencioso’, puede causar síntomas como dolores de cabeza, malestar general, dolor de estómago y ojos. También destaca la generación de monóxido de carbono por calefactores, cocinas, hornos y braseros, y la importancia de verificar la llama azul en calefactores a gas.
Profesionalismo y emergencias
Zárate hace hincapié en la necesidad de instalaciones de gas hechas por profesionales matriculados, y en caso de síntomas, recomienda ventilar y llamar a emergencias: 911, 107 del SAME o 103 de Defensa Civil.