El jueves por la mañana, el portaavión Shandong surcó las aguas de Hong Kong, marcando un hito en la estrategia de proyección de fuerza de China. Acompañado por otro buque de su grupo de combate, la visita del Shandong a Hong Kong busca consolidar la imagen de China como una potencia marítima en ascenso.
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La llegada del Shandong a Hong Kong es un símbolo del creciente poderío naval de China y de su renovado impulso patriótico en la región, según un portavoz militar chino. Los buques de guerra permanecerán abiertos al público durante el fin de semana, generando una respuesta entusiasta entre los residentes. Con una capacidad para albergar 24 cazas Shenyang J-10 y un peso de 70.000 toneladas a plena carga, el Shandong representa un avance significativo en la industria militar china.
Esta apertura al público no solo busca acercar a la ciudadanía a las Fuerzas Armadas, sino también consolidar la imagen de China como una potencia marítima en ascenso. La visita del portaaviones se enmarca en un contexto de creciente control político y social por parte de Beijing sobre la ciudad. Además, el despliegue del Shandong no se limita a exhibiciones públicas, participando en maniobras militares en la zona marítima y el espacio aéreo al este de Taiwán, como parte de una estrategia más amplia de presión sobre la isla autogobernada.