En el marco de la sucesión de Beatriz Sarlo, Melanio Alberto Meza López, portero del edificio donde vivió la reconocida escritora, afirmó ser heredero de uno de sus departamentos y de su gata Niní. El caso se complica con la presentación de supuestos testamentos ológrafos y la intervención de Alberto Sato, quien también reclama parte de la herencia.
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En un documento de 9 páginas presentado al Juzgado Civil N°91, Meza López asegura que Sarlo le legó un departamento y su gata, Niní, a través de dos papeles supuestamente firmados en 2024. Estos documentos son analizados por una perito caligráfica para determinar su validez, ya que no fueron rubricados ante un escribano ni cuentan con testigos.
La polémica crece con la participación de Alberto Sato, ex pareja de Sarlo, quien reclama la nulidad de los papeles presentados por Melanio. Sato argumenta que el término utilizado en el supuesto testamento de Sarlo está lejos de indicar cualquier voluntad testamentaria.
La historia se enreda aún más con la separación de hecho entre Sarlo y Sato, alegada por Meza y su abogado, y la intervención de Rafael Filippelli, pareja de Sarlo hasta su fallecimiento. El expediente de la sucesión se encuentra actualmente en manos de la Fiscalía de Cámara, a la espera del resultado de la pericia caligráfica que será clave para determinar el desenlace de este controvertido caso.