El emblemático Palacio de Westminster, sede del Parlamento del Reino Unido, enfrenta un deterioro interno alarmante. Ratones, amianto, humedad y riesgo de incendio son solo algunos de los problemas que lo aquejan. La votación del plan de reforma, con tres alternativas, está prevista para este año.
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DETERIORO INTERNO
Los problemas de accesibilidad, presencia de amianto, fallos en infraestructuras internas y la necesidad de reformas urgentes en el Palacio de Westminster son preocupaciones fundamentales. El edificio histórico, símbolo de la democracia parlamentaria desde el siglo XIII, enfrenta un costoso mantenimiento semanal de 1,45 millones de libras (1,67 millones de euros).
TRES ALTERNATIVAS
El plan de reforma presenta tres posibilidades: desalojo total, presencia continua y mantenimiento y mejora progresivos. Cada una con sus ventajas y desventajas, pero todas enfocadas en abordar los riesgos para la salud y seguridad de los ocupantes, así como mantener la funcionalidad del edificio durante la prolongada intervención.
DESAFÍOS TÉCNICOS
La necesidad de mantener en funcionamiento la sede parlamentaria durante el proceso de reforma añade un desafío técnico significativo. La intervención en el Palacio de Westminster requiere una planificación detallada y soluciones específicas para garantizar el normal funcionamiento legislativo mientras se realizan las obras.
PLAN DEFINITIVO
Tras años de retrasos y estudios técnicos, se espera que el Parlamento del Reino Unido vote este año el plan definitivo para la reforma del Palacio de Westminster. La resolución final será crucial para determinar el alcance y los plazos de ejecución de esta necesaria intervención para garantizar la funcionalidad y la seguridad del edificio en las próximas décadas.