El papa León XIV expresó desde el Palacio Apostólico su preocupación por la situación en Medio Oriente y advirtió sobre el riesgo de una espiral de violencia tras el reciente bombardeo de Estados Unidos sobre territorio iraní. Durante el tradicional rezo del Ángelus, el pontífice afirmó que el deber moral de la comunidad internacional es detener la tragedia de la guerra antes de que se convierta en una vorágine irreparable.
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El pontífice lamentó las noticias alarmantes procedentes de Irán y recordó que la escalada entre potencias amenaza con relegar el sufrimiento cotidiano de la población civil, especialmente en Gaza y otros territorios palestinos, donde la asistencia humanitaria se vuelve cada día más urgente. Asimismo, instó a la comunidad internacional a dejar de lado los enfrentamientos armados y apostar por mecanismos diplomáticos, afirmando que ninguna victoria militar podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños y el futuro robado.
En la madrugada del domingo, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares clave de Irán, y desde Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu respaldó la acción de Trump, calificándola como una “decisión histórica” para negarle al régimen más peligroso del mundo las armas más peligrosas del mundo.