Palito Ortega Y Orellana-lucca Cerraron La Primera Noche De Poncho 2019

Anoche se largó la primera de las veladas festivaleras en el escenario mayor del Poncho 2019. Conducido por la dupla Gloria Gutiérrez y Chicho Carrizo, el histórico festival de los catamarqueños organizado desde la Secretaría de Estado de Cultura contó con el acompañamiento de la gente y del buen clima, en una noche agradable para disfrutar en familia de la música que identifica a esta tierra.

El espectáculo comenzaría con la teatral propuesta del ballet «Huellas norteñas» que, basándose en las costumbres del litoral, montó «Hubo pago en el obraje», un show que aprovechó las danzas típicas del litoral para dramatizar la realidad de los trabajadores del campo.

El primer show de música en vivo de la noche llegó de la mano de Belén Parma, la artista catamarqueña que, acompañada de la cantante y bajista Vane Martínez y la percusión de Javier Martínez, llevó al escenario mayor una propuesta de temas propios y de otras compositoras nuevas; como la riojana Ana Robles y la chilena Magdalena Matthey.

Carlos Arréguez, el autor de la canción «Nuestro Poncho», llegó al escenario con su nuevo disco, «Sé que te enamorarás», listo para salir a la calle. Con el despliegue de una banda numerosa que incluyó guitarras eléctricas, acústicas, bajo, la percusión de Abel Martínez y al artista Rocky Costa en teclados, Arréguez interpretó melodiosas canciones folklóricas de su autoría.

La noche tuvo su primer momento netamente bailable con Los del Milagro. Nueve músicos en clásica formación para bailes, con un set de percusión triple, sacudieron al público con un enganchado de guarachas, el ritmo tropical Santiago Del Estero.

Acompañada por acordeón, guitarra, percusión y bajo, Daniela Figueroa, que ya había participado como solista en el escenario mayor del Poncho hace 2 años, despertó la emoción del público gracias al sentimiento y la calidad sonora que sabe imprimir a su voz.

Llegó entonces el turno de la joven cantora y periodista Lucía Bulacios, para poner la cuota de música ciudadana en el escenario mayor. La guitarra de Pacho Rodríguez y el teclado de Alexis Yacante fueron los encargados de acompañar la expresiva, potente y «arrabalera» voz de esta intérprete que desenfundó tangos como «Cuesta abajo», de Gardel; el clásico «Pasional» y «Como dos extraños», que dedicó a su abuelo en agradecimiento a haberle inculcado la pasión por el 2X4.

Con un público que no cesaba de ingresar al predio, poniéndole calor creciente a una primera noche ideal de Poncho, llegó desde Fray Mamerto Esquiú “Cocó” Acosta. Esta artista, que tuvo el acompañamiento del bandoneón de Franco Zárate, demostró entre elegantes zambas por qué su voz resultó «Revelación» del Pre-Poncho.

Fernando Rodríguez, cantor de origen porteño que reside actualmente, y desde hace 13 años en Catamarca, llegó desde Fray Mamerto Esquiú para proponer un show integrado por canciones folclóricas de autoría propia. Rodríguez se sumaría luego a su propia delegación, la de Fray Mamerto Esquiú, la primera de las representantes departamentales en engalanar el escenario mayor de este Poncho 2019. Un gran despliegue de músicos y bailarines mostró de manera enérgica y alegre lo mejor de las costumbres y tradiciones del lugar.

Ante un espectacular marco de público llegó el turno para Federico de la Vega. «Nube que vas pasando como ala e´condor sobre el ambato», fue la primera frase que este catamarqueño regaló al público en una motiva versión de la «Zamba de Ambato». Recuperado de su salud, el artista invitó al público a reflexionar sobre la importancia de donar órganos y aseguró que el cariño de la gente lo empujará nuevamente a los escenarios.

El Vendaval llegaría al escenario haciéndole honor a su nombre. De la mano de su disco «Va cayendo gente al baile», esta poderosa banda, que se cuenta entre las preferidas de los bailarines, desplegó un potente repertorio de chacarera y zambas que pusieron los pañuelos al aire y a gran parte del público a bailar.

Luego llegó la Delegación Ambato, que con un simpático diálogo recordando lugares emblemáticos del departamento abrió paso a un vistosísimo número de baile sobre ritmos tradicionales como la chamarrita.

Con una energía casi rockera y entre alegres zambas carperas enganchadas, Los Viajeros despertaron la ovación del público. Todo gracias al potente y ordenado sonido que sus voces logran en conjunto.

Vitín Martoccia llevó el primer aire latino de la fiesta. Con una pegadiza canción en clave de dembow dominicano, el chumbichano inició un show que también tendría lugar para el folklore argentino, aunque siempre desde su alegre estilo.

El “Bomba” Contreras simplemente hizo reír a todos. Aprovechando sus minutos de manera efectiva, el habilidoso humorista hizo pasear al público por temáticas tan disparatadas como el día de la padre, los peloteros o los exámenes médicos, dando lugar al momento de homenaje de la noche, el de René Arréguez. Aplaudido por el público y acompañado por una banda formada íntegramente por su familia, el ex cantante del recordado grupo Los Genios hizo un repaso por las canciones que hicieron vibrar a una generación catamarqueña y recibió una distinción especial de la mano de la secretaria de cultura, la Lic. Jimena Moreno.

Ante un espectacular marco de gente llegaría el primer número de cierre para la 1er noche de Poncho; el show del histórico Palito Ortega. Un flashback con imágenes de su carrera en pantalla y los acordes de «Un muchacho como yo» fueron la introducción para que este ídolo popular que comenzó vendiendo café, y que en este 2019 ha reactivado su carrera con el lanzamiento del hit de Paul Anka, «Diana», se haga cargo de la emoción de un público que parecía estar esperándolo desde temprano.

El broche de oro para esta noche inaugural de Poncho estuvo a cargo del poderoso Dúo Orellana Lucca. La formación nacida en la ciudad de Córdoba pero con raíces santiagueña se encuentra celebrando 20 años con la música y brindó un show a la altura de las circunstancias. Con un pie en la tradición y otro en la vanguardia, el dueto entregó al público un repertorio apto para salir a bailar como así también para sentarse a escuchar con atención.

Fotografía: Iván Calderon y Raúl Gomez.