Bajo presiones por la guerra en Ucrania y advertencias de Donald Trump, la OTAN establece un nuevo objetivo: que los países destinen hasta el 5% de su PIB a funciones militares y de seguridad para 2035.
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CAMBIO ESTRUCTURAL
Este cambio reemplaza el objetivo mínimo del 2% por una meta más ambiciosa debido a la influencia de Trump y a la necesidad de potenciar la capacidad defensiva ante Rusia.
TRASATLÁNTICA Y EUROPEA
Se divide en dos componentes: 3,5% del PIB para gasto militar directo y 1,5% para funciones de seguridad más amplias, incluyendo resiliencia civil y garantizando el monitoreo continuo del progreso hacia la meta.
RUTA MILITAR DE LA OTAN
Los países deberán presentar cada año un informe detallado sobre su progreso. La decisión marcará la hoja de ruta militar de la OTAN durante la próxima década, en un contexto geopolítico caracterizado por el retorno de la guerra en Europa y cuestionamientos sobre el papel de EE. UU. en la seguridad occidental.