Operativo de ciberespionaje revela la deportación y rusificación de niños ucranianos

La inteligencia militar ucraniana (GUR) logró infiltrarse en los sistemas informáticos de Rusia en Crimea y sustrajo miles de documentos clasificados sobre menores ucranianos. Los archivos contienen datos sensibles sobre niños huérfanos o sin tutores legales que fueron colocados en adopción por ciudadanos rusos, en muchos casos de manera ilegal.

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UNA INFORMACIÓN VALIOSA

Andrí Yusov, portavoz del GUR, calificó el hallazgo como una “información de una valía incalculable” que permitirá documentar lo que considera uno de los mayores crímenes de guerra de la Federación Rusa. Los archivos ya han sido entregados a las autoridades judiciales ucranianas para su incorporación en las causas abiertas.

DEPORTACIÓN Y RUSIFICACIÓN

Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, Ucrania estima que al menos 19.500 niños han sido deportados desde los territorios ocupados hacia Rusia o Crimea. Muchos de ellos fueron reubicados en familias adoptivas o enviados a orfanatos bajo control estatal. Kiev sostiene que estas acciones fueron un plan sistemático de deportación, sin el consentimiento de los padres o familiares de los menores, en violación del derecho internacional humanitario.

ACUSACIONES Y RESPUESTAS

Estas acusaciones llevaron a la Corte Penal Internacional (CPI) a emitir órdenes de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, y su comisionada para la infancia, María Lvova-Belova, por su presunta implicación en la deportación y transferencia forzosa de menores. Moscú niega que se trate de deportaciones y sostiene que trasladó a los menores para “salvaguardar su bienestar” ante la ofensiva militar en el este y sur de Ucrania.

UTILIZACIÓN COMO COMBATIENTES

Investigaciones indican que algunos adolescentes ucranianos deportados por Rusia han sido entrenados en centros militares rusos y posteriormente enviados al frente de batalla tras cumplir la mayoría de edad. Estas acciones podrían constituir una nueva violación del derecho internacional, al implicar el uso de menores secuestrados como combatientes en una guerra que su país no eligió.

ASIMILACIÓN CULTURAL

Rusia es acusada de organizar un programa masivo de reeducación cultural y lingüística, con el objetivo de borrar la identidad ucraniana de los menores. Organizaciones internacionales han solicitado el acceso irrestricto de observadores a las instituciones rusas donde están alojados estos menores. La información obtenida por el GUR podría ser clave para fortalecer las investigaciones judiciales abiertas por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, según indicó Yusov.