Drones, misiles y artillería rusos han cobrado la vida de al menos 18 civiles e hirieron a casi 200 más en Ucrania. Estos devastadores ataques se producen mientras el presidente Volodimir Zelensky busca más ayuda occidental para contrarrestar la invasión rusa.
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El presidente ucraniano busca garantías de mayor ayuda occidental durante la cumbre de la OTAN en La Haya, Países Bajos. La escalada de violencia ha impactado en áreas civiles, causando estragos y sumiendo a la población en el temor constante.
Zelensky insta a reforzar las sanciones contra Rusia y a negar el acceso del Kremlin a componentes extranjeros para construir misiles balísticos. Mientras tanto, la incertidumbre planea sobre los compromisos militares clave de Estados Unidos con Ucrania, pendientes tras la administración Biden, y el posible apoyo de Donald Trump.
En un nuevo y trágico episodio, los ataques rusos en Dnipro y Samar causaron la muerte de numerosos civiles e infraestructuras críticas. Las Naciones Unidas reportan más de 12,000 civiles ucranianos muertos hasta la fecha, y la situación solo parece empeorar.