Durante la madrugada del sábado, Rusia lanzó un devastador ataque aéreo contra varias regiones de Ucrania, dejando al menos tres muertos, decenas de heridos y graves daños en infraestructuras civiles. Los bombardeos con misiles balísticos, drones kamikaze y bombas guiadas alcanzaron zonas residenciales y comerciales en el este y el sur del país.
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AMPLIA DEVASTACIÓN
La ofensiva afectó la línea Sumy–Kharkiv–Dnipro, con la región de Dnipropetrovsk como una de las más golpeadas. En Dnipro, uno de los fallecidos fue hallado en un edificio de viviendas alcanzado por un proyectil. Los convoyes aconsejaron no permanecer en los pisos superiores durante los ataques.
Incendios devastadores
Los ataques provocaron incendios en vehículos y un centro comercial sufrió graves daños. Al menos siete misiles y 26 drones fueron interceptados por las defensas aéreas, aunque algunos lograron alcanzar sus objetivos.
Reacción de Zelensky
El presidente Volodímir Zelensky confirmó la gravedad de los ataques y anunció que los drones ucranianos seguirán golpeando objetivos militares rusos en respuesta a los ataques. Estos ataques se producen en un contexto de creciente presión militar sobre Ucrania, que reclama más ayuda de sus aliados occidentales, particularmente en defensa antiaérea.
Presión militar
Los canales diplomáticos permanecen congelados mientras Moscú insiste en su control sobre cuatro regiones ucranianas que asegura haber anexado, una condición rechazada por Kiev.