Netanyahu celebra expulsión del embajador iraní en Australia: llama a más acciones

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, celebró la expulsión del embajador de Irán en Australia, Ahmad Sadeghi, como un primer paso contra el antisemitismo. Netanyahu instó a tomar más medidas en la misma dirección, esperando que esta expulsión no sea la última. Esta decisión viene después de que Irán fue acusado de estar detrás de ataques contra la comunidad judía en Australia. La tensión entre Australia e Irán se intensifica, y se espera una posible escalada en los próximos días, con una posible represalia iraní.

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INCREMENTO DE TENSIÓN

Netanyahu ha criticado públicamente al Gobierno australiano por su postura conciliadora frente al antisemitismo. El embajador iraní fue expulsado después de que se revelara que Irán estuvo detrás de incidentes antisemitas en Australia. Netanyahu destacó que esta medida es un primer paso y espera acciones más severas contra Teherán. La tensión entre ambos países viene en aumento, con roces adicionales después de que Canberra anunciara el reconocimiento del Estado de Palestina, generando tensiones entre ambas naciones.

RESISTENCIA IRANÍ

La respuesta de Irán no se hizo esperar, prometiendo una respuesta recíproca a la acción tomada por Australia. Teherán rechazó las acusaciones, calificándolas de infundadas y una acción contra la diplomacia. Irán consideró esta medida como un intento de compensar las críticas moderadas que Australia ha dirigido a Israel por su ofensiva en Gaza. La tensión diplomática entre ambas naciones sigue en aumento con posibles consecuencias internacionales, en un contexto ya marcado por tensiones con Occidente.

DIPLOMACIA Y DECLARACIONES

El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, también se pronunció contra la decisión australiana y aprovechó para lanzar un ataque político contra Albanese, calificándolo como un político débil, en línea con las críticas vertidas por Netanyahu anteriormente. El primer ministro australiano declaró a Sadeghi persona non grata y lo expulsó del país, basándose en pruebas que vinculan al régimen de Teherán con ataques contra la comunidad judía en Australia. Esta medida representa un triunfo diplomático para Israel, que busca el apoyo de sus aliados frente a la amenaza iraní. Esta expulsión marca un nuevo capítulo en la escalada diplomática entre Australia e Irán, con consecuencias impredecibles para ambas naciones.

Con información de Europa Press