Extra Catamarca

Murió «El Pitufo Enrique»

«Murió el Pitufo Enrique». Lo que en un principio parecía una de las tantas humoradas creadas desde la aparición de este personaje en el año 2000, se transformó en una información concreta, escueta y contundente, que sorprendió este martes pasado el mediodía en el programa central matutino Radiomanías, por Radio TV Valle Viejo. El periodista Carlos Carrizo Codigoni, acertadamente ubicó en contexto a la audiencia en el comienzo de su informe, al mencionar que iba a referirse a «alguien que puso a Catamarca en los medios nacionales», y especialmente destacó a Crónica TV y su legendario presentador de noticias, Claudio Orellano, recordado como el famoso «Gordo de Crónica TV» en su momento de esplendor.

Luego, el cronista dio detalles sobre el Pitufo Enrique, describiéndolo como «un personaje de la Banda de Varela, Raúl Quiroga en los papeles, quien falleció ayer» (por el lunes), agregando que «muchos memoriosos podrán recordar las apariciones que tenía un sujeto de mala vida, que inclusive se le achacó, se le endilgó haber sometido sexualmente a alguno de sus hijos, o sea, no era trigo limpio. Para la generalidad podría llegar a sonar como simpático su nombre pero era el mismo demonio para su gente, que confió en él. Falleció ayer, se verá que va a pasar con los restos, si quedan en Buenos Aires (…) pero el Pitufo Enrique, Raúl Quiroga, no está más. Un hombre dedicado a las ciencias oscuras, según lo definen algunos, a la magia negra, a cosas por el estilo, pero sobre el cual no se actuó en defensa de su familia, lamentablemente, así es que quedó pendiente, como que no pagó lo que debía pagar».

Efectivamente, en su momento la propia mujer de Quiroga lo había denunciado penalmente por los abusos mencionados en el informe, y hace una década supuestamente había un pedido de captura contra este personaje, pero nunca se concretó, porque según ella, el fiscal minimizaba la situación y los policía tenían miedo de perseguirlo cuando lo ubicaban caminando por la Banda de Varela.

Lo curioso es que, pese a la popularidad alcanzada por el Pitufo Enrique, la noticia de su muerte tuvo una escasa repercusión en los medios locales, y mucho menos en los nacionales, donde 24 años atrás ocupaba titulares con su primera aparición en la comisaría de ese lugar, donde atacó y terminó produciendo un trauma a un policía de guardia, y posteriormente golpeó a un par de personas en una remisería. Siempre se le temió. Los vecinos lo describían como alguien «peligroso», y las anécdotas sobre sus andanzas aún hoy pueden escucharse entre quienes lo conocieron, y lo padecieron. Murió el Pitufo Enrique. ¿Se habrá ido para siempre? En este tipo de historias, quién sabe.