Mujeres Policías: La plana mayor de Río Negro tiene mayoría de mujeres (Además: Catamarca, Mendoza y la Bonaerense)

El incremento de la presencia femenina se dio a partir del cambio de mandos. Además hubo nuevas designaciones en las diferentes unidades regionales.

Con las incorporaciones de la comisario inspector Mary Carmen Carrizo, como directora general de Investigaciones Judiciales, y de la comisario mayor Elsa Adriana Fabi, como directora general de Toxicomanías y Leyes Especiales la Plana Mayor de la Policía de Río Negro tiene mayoría de mujeres.

Estas nuevas designaciones conocidas en enero pasado se suman a la presencia de la comisario mayor Rosalba Beatriz Castillo, como directora general de Recursos Humanos. El comando se completa con el comisario inspector Osvaldo Tellería como director de Seguridad, y el comisario mayor César Curiqueo como director de Capacitación y Perfeccionamiento.

Es la primera vez en la historia de la Policía rionegrina que tres mujeres integran el máximo cuerpo de conducción, fortaleciendo su presencia activa en los cargos jerárquicos.

Las designaciones y los cargos de importancia fueron impulsados por el Comando Superior Policial, con el apoyo del Ministerio de Seguridad y Justicia y todo el Poder Ejecutivo que apuesta a la participación de la mujer en una de las instituciones más antiguas y relevante de la provincia.

“Es muy importante para nosotros, un paso más en el reconocimiento de la mujer dentro de la fuerza. Hoy tenemos tres de cinco jefes policiales integrando la Plana Mayor”, resaltó el ministro de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Estevan.

“Con esta plana, la Policía tiene sobrado recurso humano para poder llevar adelante una gestión muy buena, como la actual, optimizando las áreas para lograr mejores resultados”, agregó .

Sobre Carrizo el funcionario señaló que “es una figura reconocida en la materia, con excelente relación con el Ministerio Público Fiscal. Tiene una preparación muy importante, trabajos con el FBI y una trayectoria impecable”, mientras que sobre Fabi dijo que “llega para llevar adelante un trabajo mancomunado y de coordinación con la SENAC, fuerzas federales, provinciales y la Justicia Federal. Tenemos muchas expectativas con su tarea, tratando de superar los logros del año pasado donde tuvimos la mayor incautación de drogas en el territorio”.

Resumiendo: De los cinco puestos más importantes de la Policía, tres son ocupados por mujeres.

Otra Jefa de Uniforme

A comienzo de enero del presente año, en ExtraCatamarca.com dábamos a conocer otro hecho sobresaliente, relacionado con la mujer dentro de las fuerzas policiales: Por primera vez, Mendoza tiene a una mujer comisaria general en la Policía. Se trata de Cecilia Argones, quien se convirtió en la flamante jefa de la Distrital I. 

Argones es licenciada en Seguridad Pública y cuenta con 29 años de experiencia en la fuerza. El ascenso fue presentado en el Salón Patricias Mendocinas de la Casa de Gobierno por el gobernador Alfredo Cornejo. “Estamos designando por primera vez a una mujer como comisario general de la provincia de Mendoza. Estamos muy conformes, porque ha sido producto de su idoneidad y de su trabajo”, destacó Cornejo. 

Copando la Bonaerense

En agosto del año pasado, trascendió un dato que sorprendió a muchos: en la Policía de la provincia de Buenos Aires, más del 40% son mujeres. Hasta hace poco más de dos décadas la mujer era una pequeña minoría en la Policía de Buenos Aires, una fuerza tan verticalista como machista. En la actualidad, los números reflejan un cambio de paradigma: cuatro de cada diez efectivos son mujeres, y lo llamativo es que la brecha se acorta año tras año.

Lourdes Espíndola (25) y Tamara Ramírez (26), las dos oficiales de la fuerza provincial que fueron asesinadas por esos días en el Conurbano, formaban parte de esta nueva generación de la Bonaerense, que cuenta con mayor presencia femenina en las bases. Tamara prestaba servicio en la policía local de Almirante Brown, una división de la fuerza que, en su época de esplendor, logró un hito histórico e impensado en los años 90: que el número de mujeres supere a los hombres en algunos distritos de la provincia.

Como muchas oficiales de su camada, Tamara ingresó después de recibir una capacitación de apenas seis meses, un período demasiado corto como para enfrentar situaciones de crisis extremas en la calle. Para muchas mujeres trabajar de policía no es sinónimo de vocación ni pertenencia como en otras épocas: significa una salida laboral con relativa estabilidad, algo que no se consigue tan fácil. Una oficial de policía (la jerarquía más baja en la Bonaerense) percibe actualmente un salario de 22 mil pesos de bolsillo. Una superintendente o comisario general, con 35 años de carrera, cobra entre 89 mil y 106 mil pesos mensuales.

De acuerdo con las fuentes, a partir de 2015 se amplió el tiempo de formación de los oficiales de policía: pasó de seis a nueve meses. Ahora, cuando los nuevos efectivos (sin distinción de sexo) egresan están obligados a realizar una capacitación (o extensión) en el Operativo Sol. Recién después son ubicados en una división y pueden realizar una especialización, que tiene que ver con la formación recibida.

Sobre un total de 94.191 policías, 40.096 son mujeres. Sin embargo, el avance del personal femenino no llegó a la cúpula, que sigue siendo mayoritariamente masculina. La plana mayor actual está conformada por 24 comisarios –entre ellos el jefe Fabián Perroni–, pero apenas dos mujeres integran el selecto grupo de comisarios generales e inspectores: Liliana Pineda, a cargo de la Superintendencia de Políticas de Género, y Marcela Martí, jefa de la Superintendencia de la policía local. “La relación de las fuerzas policiales en el mundo es 70 a 30. En una fuerza de seguridad no podés mandar a una mujer a hacer el trabajo de una fuerza de choque. No estamos en Estados Unidos”, critica Nicolas Massi, secretario general del sindicato de la Policía de Buenos Aires.

En la Policía de la Ciudad de Buenos Aires el panorama es diferente: hay 25.036 efectivos y apenas 5.773 son mujeres. La Federal (PFA), por su parte, refleja un marcado avance femenino pero existe una clara diferencia a favor de los hombres: representan el 68% de la tropa que, desde el año 2016, tiene como segunda jefa a una mujer: Mabel Franco, una abogada egresada de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales del Instituto Universitario de la PFA. La preparación que reciben los policías en la Bonaerense no hace distinción de sexo. La única diferencia con los hombres es que algunas oficiales de calle utilizan una pistola 9mm. más liviana: Bersa Thunder ultra compact. 

Este tipo de armamento fue adquirido por la fuerza hace más de diez años para ser entregado a las nuevas egresadas, según un trabajo realizado por Sabrina Calandron en el libro Género y sexualidad en la Policía Bonaerense. La explicación sobre esta pistola especial para mujeres es que tiene cerca de 30 milimetros menos de longitud que el modelo que suelen usar los hombres, un peso de 100 gramos menos que la anterior, pero sin perder demasiada capacidad de carga.

En Catamarca, una subjefa

A fines de diciembre de 2016, en Catamarca, Ana María Garay asumía en horas de la mañana y a puertas cerradas como la nueva Sub jefa de la provincia en reemplazo del saliente Daniel Roldán quien ocupó el cargo por menos de un año. Garay, de una reconocida trayectoria, se convirtió en el 2003 la primera mujer policía de Catamarca en asumir como Jefa de la Comisaria de la Mujer y el Menor, además de ser la primera mujer en ser nombrada titular de una dependencia de la fuerza de seguridad. Tiempo después, en 2009, estuvo a cargo de la División Trata de personas. Garay, con más de 23 años en la fuerza, estaba a punto de pasar a retiro cuando llegó a ser la segunda autoridad policial de Catamarca.

A comienzos de noviembre de 2018, la comisario Garay presentó la dimisión de carácter indeclinable por razones personales, al haber llegado a los 30 años de servicio obteniendo la mayor jerarquía en la fuerza.

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