Misterioso ataque en Santiago del Estero: ¿Otra vez el “chupacabras”?

Todo el rebaño evidenciaba la misma herida circular, por lo general en el cuello.

La localidad de Monte Quemado, Santiago del Estero está conmocionada por la aparición de un rebaño de cabras muertas. Todas tenían las mismas heridas.

Las leyendas urbanas muchas veces son denostadas por los más racionales pero cuando aparecen las “pruebas” se abren los interrogantes. Esto sucede a menudo en diferentes provincias de Argentina, como es el caso de la localidad de Monte Quemado, en Santiago del Estero donde esta semana un rebaño de 28 cabras apareció muerto evidenciando cada animal la misma herida.

Todos tenían un corte circular en la zona del cuello, realizado de manera prolija y perfecta, como si hubiera sido hecho con un bisturí, sin evidencia ni rastros se sangre alrededor de los animales. Muchos de ellos aparecieron encimados, como si no hubieran huido de quien los atacó.

“Creer o reventar, pero esos agujeros en el cuerpo de los animalitos están hechos como si fuera con bisturí. A lo folclórico mí abuela me diaria con un sacabocado. La circunferencia de la herida es perfecta. Esto es algo muy raro”, dijo el periodista local Tony Villavicencio al diario El Tribuno.

El rancho donde se realizó el misterioso hallazgo está ubicado en el barrio El Triángulo y es propiedad de la familia Rodríguez, quien realizó la denuncia en la Policía e intervino la Fiscalía, quien ordenó la inspección ocular.

¿Pero qué es lo que pudo ocasionarle la muerte a estos animales? Los lugareños hablan del mito de la “mulánima”. Como su nombre lo indica, se trata de una mula que anda penando y que se aparece -por las noches- en los callejones de los pueblos o en los caminos de las montañas y los cerros; es de color negro o marrón castaño, lleva un freno y collares de oro, y de su boca, sus ojos, orejas y nariz le saltan chispas y fuego.

La leyenda cuenta que se trata del alma en pena de una mujer que vive castigada por mantener relaciones sexuales prohibidas.

Otro lo atribuyen al “familiar”, una criatura similar a un perro negro gigante que deambula por los ingenios azucareros y a la cual se escucha aullar de noche, llevando un colgante brilloso que lo hace visible en los campos. Sin embargo, el mito más conocido y extendido por distintas provincias es el del “chupacabras”, que ataca este tipo de ganado y le ocasiona lesiones como si se bebiera la sangre de sus cuerpos, sin dejar otro rastro de ataque (como si lo hacen los pumas, por ejemplo).

¿Podrá la Policía echar luz sobre este caso o quedará todo en un misterio sin resolver?

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