Milei transforma el Banco Nación en Sociedad Anónima por decreto


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En una decisión de alto impacto, el presidente Javier Milei convirtió al Banco Nación en una Sociedad Anónima a través del decreto 116/2025. Este cambio en la estructura jurídica de la entidad estatal busca modernizar su gestión, flexibilizar su operación y facilitar la entrada de capitales privados, aunque sin implicar su privatización inmediata.

Un paso hacia la apertura del capital

El decreto establece que el régimen de entidad autárquica limitaba la capacidad del Banco Nación para competir en igualdad de condiciones con otras entidades financieras, restringiendo su acceso a nuevas fuentes de financiamiento. En este sentido, la conversión en Sociedad Anónima permitirá una administración más ágil, alineada con estándares internacionales de transparencia y eficiencia.

Según el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, esta reforma permitirá mejorar el gobierno corporativo del banco y eliminar privilegios, como la obligatoriedad de los depósitos judiciales en la entidad, dispuesta en el artículo 31 de su estatuto.

Además, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, señaló que esta transformación «cambiará la concepción de la banca pública en Argentina», al generar mayor control y transparencia en la gestión. En su argumentación, mencionó el caso del Banco do Brasil, que bajo el primer mandato de Lula da Silva se capitalizó en la Bolsa de Nueva York, permitiendo la entrada de inversores privados sin perder su carácter estatal.

¿Privatización en el horizonte?

Aunque el Gobierno no ha confirmado una privatización inmediata, la conversión del Banco Nación en Sociedad Anónima abre la posibilidad de una venta parcial o total en el futuro. La medida ha generado preocupación en diversos sectores, especialmente en el gremio bancario, que se declaró en «alerta y movilización» ante el posible avance de una privatización.

Por su parte, el economista Carlos Melconian advirtió que la administración profesional y la apertura del capital pueden ser beneficiosas siempre que se realicen de manera prolija. Sin embargo, expertos como Miguel Ángel Arrigoni, presidente de First Capital Group, subrayaron la importancia del rol del Banco Nación en la asistencia a pymes y el sector agropecuario, lo que requeriría un enfoque cauteloso en caso de una eventual privatización.

El presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, destacó que la transformación permitirá mejorar la eficiencia y la transparencia, incorporando una sindicatura colegiada en lugar del actual modelo de control unipersonal. Además, desde la entidad se emitió un comunicado en el que se asegura que la reforma es «imprescindible» para sostener el crecimiento del crédito a pymes y familias.

La decisión de Milei de reformar el Banco Nación por decreto refuerza su estrategia de desregulación económica y modernización del Estado. Sin embargo, la incertidumbre sobre una posible privatización futura mantiene en vilo a sectores políticos, sindicales y económicos que advierten sobre las consecuencias de un eventual cambio en la propiedad de la entidad.