Después de tanta violencia, papelón, bochorno, luchas de egos, idas y venidas, postergaciones, declaraciones cruzadas y demás, hace minutos de abrieron las puertas del estadio Bernabéu y comenzaron a ingresar los hinchas de River y Boca -¡al fin!- y se enfrentan en la cancha para definir al campeón de la Copa Libertadores de América, en un partido que se jugará en un lugar atípico para el certamen continental.
Tras el partido de ida jugado en La Bombonera, donde ambos igualaron 2 a 2, en caso de persistir el empate -esta vez no hay gol de visitante-, habrá alargue, donde los técnicos podrán hacer un cuarto cambio, y de mantenerse la igualdad se definirá la Copa por penales, en la que también habrá VAR.
El cruce protagonizado por los dos equipos argentinos más importantes será el último de la vieja modalidad, ya que a partir de la próxima edición de la Libertadores habrá una sola final, al estilo europeo, que se jugará en Santiago de Chile.
A la hora de hablar de lo futbolístico, en River parecen estar las cosas más claras, ya que el DT Marcelo Gallardo pondría un equipo con más presencia en el medio, aunque no se descarta una defensa con cinco jugadores. El Muñeco probó dos equipos: en uno puso a Lucas Martínez Quarta y en otro a Ignacio Fernández. Con el primero sumaría gente atrás y liberaría a los laterales, una de las estrategias de la final de ida. En tanto, con “Nacho” River tendría diversos movimientos en el mediocampo, incluyendo llegada al área rival y cuota de gol, mientras que está casi descartado que Ignacio Scocco estará entre los 18.
Por su parte, el entrenador Guillermo Barros Schelotto juega al misterio y no reveló si pondrá un equipo con el doble 9 compuesto por Ramón Ábila y Darío Benedetto o si colocará a Agustín Almendra en el mediocampo. En caso que opte por la primera opción, el que jugaría más retrasado sería Cristian Pavón, pero si decide colocar a Almendra, el propio Pavón será el que haga dupla de ataque con Ábila.
Debe estar conectado para enviar un comentario.