Roberto Iglesias (67) es ingeniero e hincha de Racing. Es radical y llegó a presidir el partido de Leandro N. Alem y de Alfonsín. Fue intendente de la Municipalidad de Mendoza y piloto de severísimas tormentas cuando fue gobernador de la provincia entre 1999 y 2003. Hoy está retirado de la actividad política y prefiere pasar desapercibido. “Se cerró un ciclo”, justifica.
En los comicios de 1999 Iglesias puso fin a 12 años de hegemonía del llamado “equipo de los mendocinos” del PJ. También protagonizó otros hechos emblemáticos de la vida mendocina y argentina: en 2001 inauguró el tan ansiado y tantas veces proclamado dique embalse Potrerillos junto a Fernando de la Rúa, 9 días antes de la caída del entonces presidente de la Nación.
Al año siguiente, como consecuencia de la severa crisis financiera y política de los cinco presidentes en una semana, ordenó realizar la Fiesta de la Vendimia en el estadio Malvinas Argentinas, fuera del tradicional anfiteatro Frank Romero Day. Ya el año 2000 había comenzado con un episodio adverso y de alta tensión sobre sus espaldas: el motín carcelario en plena celebración vendimial.
Hoy, Iglesias evoca: “Cuando Diario Uno comenzó a circular, en 1993, yo era intendente de la Ciudad de Mendoza –recuerda especialmente el momento del encendido de las máquinas rotativas– y gran parte de mi gestión fue reflejada por el matutino, como también muchos hitos ocurridos durante mi gobernación. Era importante que Mendoza tuviera otra voz porque hasta entonces era la preeminencia de Los Andes con algunos intentos fallidos de instalar otro diario. Pero Uno generó esa alternativa: no podía ser que Mendoza no tuviera varias voces”.
–El escenario ha cambiado por el avance de las nuevas tecnologías. ¿Qué opina?
–Nadie pensaba que cambiaría tan vertiginosamente la modalidad de lectura de los diarios debido al avance de la era digital. Estas nuevas formas de informar son objeto de una discusión que trasciende Mendoza: es una discusión a nivel mundial. Todos los medios periodísticos del mundo están en lo mismo. Lo tecnológico y digital llegaron para instalarse y para regir las nuevas formas de comunicación, y más allá de eso las nuevas formas de la vida. Así, el resto de nuestras actividades no podía quedar al margen. Ahora la información llega al instante y no es necesario esperar al otro día para enterarse, eso es cosa del pasado.
–¿Consume información online?
–Sí, y me sirve mucho. Pero estoy convencido de que todos debemos afrontar el desafío de pensar los contenidos más profundamente y más razonadamente porque lo digital es tan inmediato que carece de análisis, una característica que ningún diario del mundo debería perder.
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