Max Holloway logró una victoria histórica al vencer por primera vez a Dustin Poirier en el UFC 318, defendiendo su cinturón BMF. La pelea, disputada en el Smoothie King Center de Nueva Orleans, culminó una trilogía marcada por la rivalidad y el respeto mutuo. En un dramático combate, Holloway se impuso por decisión unánime tras cinco asaltos intensos, con los jueces otorgando la victoria con tarjetas de 48–47, 49–46 y 49–46.
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El combate comenzó con Holloway enfocado y agresivo, logrando un derribo temprano a Poirier, una rareza en la carrera de ambos. A pesar de la resistencia de Poirier, Holloway mantuvo la presión y conectó combinaciones certeras. El segundo asalto mostró a Poirier respondiendo con un potente gancho de izquierda, pero la pelea se tornó pareja a partir del tercer asalto, con ambos intercambiando golpes y dominando el centro del octágono. El resultado marca un giro en la historia entre ambos, ya que Poirier había vencido en los dos pleitos previos. Esta vez, Holloway subió de forma permanente a las 155 libras y retuvo su cinturón, consolidándose como BMF tras haberlo conseguido previamente frente a Justin Gaethje.
La despedida de Poirier, acompañado por un video de homenaje, deja una huella profunda en la historia de UFC y cierra uno de los capítulos más emblemáticos de la división. La conclusión de la carrera de Poirier en el MMA significó el final de una trayectoria destacada, con un récord de 30-10, incluyendo victorias sobre figuras como Conor McGregor, Justin Gaethje y Michael Chandler.