Mauricio Macri no esperó. Retomó hoy mismo sus actividades personales en Madrid, dejando atrás la experiencia de su fugaz visita a San Miguel de Tucumán. A pesar de estar rodeado en todo momento por un grupo de diputados y dirigentes con los que se referencia actualmente, el ex presidente no mostró signos de enojo. Sin embargo, en el PRO crece el malestar por el trato que recibió Macri durante la gélida vigilia del 9 de Julio, en la que se firmó el Pacto de Mayo.
El ex presidente viajó a Tucumán tras recibir una invitación del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para estar presente en la firma del Pacto de Mayo. Javier Milei había invitado a todos los ex mandatarios, pero solo Macri y Adolfo Rodríguez Saá aceptaron la invitación. Su presencia era vista como un mensaje político de respaldo en medio de las tensiones internas con la ministra Patricia Bullrich por el control del partido.
El malestar en el PRO se originó por el trato que recibió Macri, quien voló 15 horas para apoyar el evento, solo para ser dejado dos horas en el frío sin ser invitado a firmar el pacto ni aparecer en la foto oficial. «Lo llamaron, estuvo 15 horas volando para dar un gesto de apoyo y compromiso con el rumbo del gobierno y lo dejaron dos horas tomando frío», comentó una fuente cercana al ex presidente.
A pesar de la incomodidad, Macri emitió un mensaje en su cuenta de X (anteriormente Twitter) en el que expresó su respaldo al acuerdo: «Por mi nieto, mis hijos y los hijos de todos los argentinos, espero que hoy sea el principio del fin de esta eterna decadencia que ha producido corrupción y empobrecimiento en nuestro país.»
El descontento en el PRO es palpable. «Es el aliado principal que tiene el gobierno. Actúan extraño», dijeron en el entorno de Macri, quien viajó desde Londres, donde seguía el torneo de Wimbledon, por pedido expreso del Gobierno. Macri había intercambiado chats con altos funcionarios de Casa Rosada sobre su presencia, lo que hizo su exclusión de la foto aún más sorprendente.
La participación de Macri junto a otros destacados dirigentes del PRO, como Jorge Macri, Ignacio «Nacho» Torres, María Eugenia Vidal, Diego Santilli y Martín Yeza, buscaba reafirmar el compromiso del partido con el cambio profundo que propone el Pacto de Mayo. Sin embargo, el malestar persiste, especialmente tras la declaración de Jorge Macri sobre la necesidad de mejorar la economía del día a día en Argentina y las críticas del ex presidente sobre el fallo de la Corte Suprema que ordena devolverle a la ciudad de Buenos Aires el dinero de la coparticipación federal.
El incidente en Tucumán deja claro que, aunque Macri haya mostrado públicamente su apoyo al Pacto de Mayo, las tensiones internas en el PRO y con el gobierno de Milei no están resueltas. La presencia de Macri en el acto apuntaba a construir una narrativa de unidad y compromiso, pero el tratamiento recibido podría generar nuevas fricciones en el futuro inmediato.
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