Bastián Nehemías Escalante Montoya murió hoy por la mañana en el hospital Presidente Perón de Lomas de Zamora. Allí, los médicos intentaron salvarlo desde ayer miércoles por la noche, cuando recibió dos disparos por la espalda en el Barrio de la Carne en Wilde, al quedar con su madre Johana en medio de un tiroteo entre dos motochorros y un policía de la Bonaerense al que los hampones supuestamente intentaban robarle.
El niño de 10 años murió tras quedar en medio de un tiroteo entre motochorros y un policía de la Bonaerense que se encontraba vestido de civil en la localidad de Wilde, partido de Avellaneda. La víctima fue internada en grave estado en el hospital Presidente Perón y perdió la vida en la mañana de hoy jueves. Hay dos detenidos por el hecho: uno de ellos de 16 años.
El hecho ocurrió este miércoles alrededor de las 20, en la intersección de Caxaraville y Rondeau, cuando el menor salía del club de fútbol donde juega, acompañado por su madre. Allí, cuatro sospechosos a bordo de dos motos intentaron asaltar al policía.
Durante el intercambio de disparos, el menor -identificado como Bastián Montoya Escalante, recibió dos impactos de bala en la cervical derecha y en el omoplato izquierdo. Fue trasladado de urgencia al Presidente Perón, donde no sobrevivió a pesar de los esfuerzos de los médicos. Por lo pronto, no se sabe si los disparos que alcanzaron al chico fueron disparadas por los delincuentes o el policía, quien fue imputado del delito de lesiones, pero sin embargo no fue detenido.
El caso es investigado por el fiscal Ignacio Colazo, de la UFI Nº2 del Fuero de Responsabilidad Penal juvenil del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. A los delincuentes detenidos se les imputó inicialmente el delito de tentativa de homicidio calificado criminis causae y robo con armas. En contra del policía no se tomó ninguna medida; se considera que actuó en legítima defensa.
Las cámaras de seguridad de la cuadra captaron el momento en que la madre intentaba escapar con su hijo, quien colapsó en la calle tras recibir los disparos.
Bastián tenía dos hermanas mayores, en una familia oriunda de Bernal, con su padre, Alejandro, que trabaja para una fábrica de cerámicas. Su madre trabaja para una empresa porteña dedicada al rubro de la hotelería. Jugaba al fútbol en el club Barrio de la Carne de Wilde: lo mataron cuando salía de entrenar.
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