En una escalada del conflicto en la provincia de Sweida, al sur de Siria, al menos 47 personas resultaron muertas en un solo día. Los enfrentamientos entre facciones drusas, milicias beduinas y fuerzas del Ministerio de Defensa y Seguridad han generado más de 1.300 muertos desde el inicio del conflicto.
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PROFUNDIZAN LA CRISIS
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció la presunta ejecución de hasta 42 civiles, incluyendo mujeres y niños, por fuerzas de seguridad del Gobierno y milicianos beduinos. Además, cinco miembros de las fuerzas de seguridad sirias y milicias beduinas murieron en un ataque perpetrado por facciones drusas locales.
Desde que comenzaron los enfrentamientos, al menos 1.339 personas han muerto, incluyendo más de 650 drusos, más de 400 efectivos del Ministerio de Defensa y Seguridad, así como al menos 40 beduinos. La situación ha generado desplazamientos forzados, ejecuciones extrajudiciales y violencia generalizada.
ISRAEL SIGUE LA SITUACIÓN
En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu se reunió con el líder de la comunidad drusa en el país, Mowafak Tarif, en medio de la preocupación por la situación de los drusos en Siria. El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó los hechos registrados en la provincia de Sweida como una ‘horrible masacre’ y destacó la importancia de apoyar y proteger a la comunidad drusa.
El conflicto en Sweida representa uno de los episodios más violentos de los últimos meses en Siria, caracterizado por luchas intercomunitarias, represión estatal y desplazamiento forzado, en una zona que había permanecido relativamente al margen de los frentes más activos de la guerra civil en los últimos años.