Lázaro Báez tuvo un nuevo revés judicial a dos semanas del inicio del juicio por la llamada «ruta del dinero K». La Corte Suprema de Bahamas, a pedido del fiscal general, congeló dos cuentas bancarias a nombre de empresas offshore en la que Báez y sus hijos tenían ocultos más de 3 millones de euros. Fue en respuesta a una solicitud del Tribunal Oral Federal (TOF) Nº4, a cargo del proceso oral que comienza el 30 de este mes, contra el empresario preso hace dos años y medio.

El TOF 4 -integrado por Nestor Costabel y María Gabriela López Iñiguez- pidió congelar esos fondos depositados en el CBH Bank Compagnie Bancaire Helvétique, con sede en la capital Nassau, en base a los datos aportados por la Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo antilavado argentino que conduce Mariano Federici.
Las cuentas bancarias están a nombre de Fondation Kinsky y de Eastern Shoreline Limited, firmas a las cuales están asociados los cuatro hijos de Báez -Martín, Leandro, Luciana y Melina, como beneficiarios finales.
La orden de la Corte de Bahamas les prohíbe ahora operar o disponer de esos fondos o sus intereses. En septiembre había habido un congelamiento provisorio a pedido de la UIF, hasta que avanzara el pedido formal del TOF, vía cooperación internacional de Cancillería. Ese pedido judicial se hizo efectivo este miércoles.
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