El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que la inversión crecerá 30% este año. Y dijo que el principal «escollo» de la recuperación de la economía es la deuda con el FMI.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró este miércoles que la inversión crecerá 30% este año, en línea con los principales indicadores que incluyen empleo y exportaciones, y afirmó que el principal «escollo» para consolidar la recuperación de la economía es la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sus declaraciones se dieron durante el cierre de las Jornadas Monetarias y Bancarias 2021 que organizó el Banco Central (BCRA), que se desarrollaron todos los miércoles de este mes, Guzmán también destacó la importancia del acuerdo de precios entre los sectores público y privado, con el objetivo de anclar expectativas inflacionarias.
«La economía crecerá más del 9% este año, la inversión también lo hará en el orden del 30%, vemos números favorables en empleo y exportaciones. En concreto, hoy se ve progreso en la Argentina y el principal escollo es la deuda con el FMI que se debe refinanciar en términos que permitan una recuperación de nuestra economía», afirmó el titular del Palacio de Hacienda.
En cuanto a los efectos de la suba de precios, subrayó el rol preponderante que cumplen los sectores público y privado, más los sindicatos, para cerrar acuerdos de precios que permitan anclar las expectativas inflacionarias.
«Es necesario que todos los actores sean parte de esta mesa y tengan la voluntad de construir un ancla más dentro de este esquema para que la economía pueda ir en esa línea de tranquilidad por la que nosotros abogamos, que se basa en que haya más trabajo, más dinamismo productivo y más estabilidad, estabilidad macroeconómica en general, y de precios en particular», sostuvo el ministro.
En cuanto al contexto económico internacional, remarcó que la expansión fiscal no es suficiente para corregir las asimetrías sociales que produjo la pandemia, sino que se debe avanzar en una política tributaria más agresiva que permita corregir esas desigualdades.
«Es muy importante desde la política pública construir condiciones para que lo que viene en el mundo no sea regresivo para nuestro país. Hace falta una solución impositiva global para lidiar con la elusión impositiva de las corporaciones internacionales, que además se beneficiaron de las inversiones que hizo el Estado», explicó.
Guzmán remarcó además que «el Estado debe poder ir construyendo mayor resiliencia, dependiendo menos del endeudamiento y de la emisión monetaria para el financiamiento de las políticas públicas. Y también ser capaz de jugar un rol contracíclico, impulsando la demanda agregada de una forma que propicie la continuidad de la recuperación económica».
En el plano comparativo con la foto de la economía a fines del año pasado, indicó que el progreso registrado es gracias a la «construcción de condiciones que nos permiten tener un futuro mejor. Con desafíos grandes, a los que estamos enfrentando y trabajando para resolver».
Previamente, el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, aseguró que el mundo está atravesando «tiempos complejos» ante la salida de la pandemia de Covid-19, y que uno de los puntos claves hacia el futuro pasará por pensar una «nueva arquitectura financiera global» en la que organismos multilaterales como el FMI adopten «una mayor flexibilidad en cuanto a plazos e interés que cobra» por sus créditos a países.
«La Argentina ha requerido un aporte de 44.000 millones de dólares del Fondo y precisa una mayor flexibilidad de instrumentos de liquidez, pero también dentro del esquema de facilidades extendidas o de ‘stand by’ en cuanto a los plazos y de las tasas de interés que cobra«, afirmó durante el cierre de las Jornadas que organiza el BCRA.
Sobre este punto, dijo que fue un préstamo «extraordinario» ya que la Argentina es un país que exporta unos 60.000 millones de dólares al año, aunque es probable que en 2021 se alcancen los 75.000 millones de dólares.
«No hay que descartar que se repitan otras circunstancias similares, en otros países; por eso, hay que adecuar los plazos y las tasas de interés a los volúmenes de asistencia que puedan requerir los países miembros del Fondo, especialmente los países en vías de desarrollo», señaló Pesce.
En ese sentido, dijo que también «sería valioso explorar mecanismos de asistencia bilateral a través de los bancos centrales, como swap de monedas, o con la utilización de los Derechos Especiales de Giro (DEG)» que se dieron este año, para que los países que no los requieran puedan canalizar esos recursos de forma bilateral a países que sí lo requieran.
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