Se deja ver sonriente. Baila con el pueblo que lo apoya. Patrulla las costas en anfibios y sale a entrenar con las tropas. Desde que Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela y lo llamó «usurpador», Nicolás Maduro se lanzó a una carrera por demostrar que el poder lo tiene él.
Twitter es el fiel de reflejo de su agenda acalorada. En Las últimas 48 horas, bailó y tocó los bongos al grito de ¡somos indestructibles! al visitar una Misión Juvenil para promover el estudio, el trabajo y la protección social. «Nada nos detiene», exclamó.
Pero la nota la dio cuando este domingo visitó el Fuerte Paramacy, sede de la 41 Brigada Blindada, para dar inicio a ejercicio militares, con el fin de demostrar que las fuerzas armadas (pilar fundamental de su gobierno y su permanencia en el poder) están con él.
«¡Firmes y dignos, antes las pretensiones imperiales y los planes desestabilizadores!», escribió en Twitter mientras pasaba revista a las tropas. Al mismo tiempo, los seguidores de Guaidó repartían en los cuarteles y destacamentos militares copias de ley de amnistíapidiendo a los militares que se sumen a sus filas.
Según el documento, se concederán «todas las garantías constitucionales» a militares y civiles que «colaboren en la restitución de la democracia».
Maduro no solo saludó a las tropas el fin de semana sino que además se sumó a los efectivos en un entrenamiento. Primero caminó y luego corrió, coreando consignas castrenses y patriotas.
«Nos preparamos para defensa integral de la Patria», dijo.
Después de la corrida, se puso tras el volante de un anfibio y salió a patrullar las costas.
«En la Base Naval Agustín Armario, afianzamos nuestra herencia Caribe que con espíritu defendió con su vida la patria», escribió.
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