Lula en el funeral de su nieto: «Al cielo, iré con mi diploma de inocente»

Bajo una fuerte custodia policial, pero con el apoyo de miles de simpatizantes, un emocionado Luiz Inacio Lula da Silva asistió en São Bernardo do Campo al funeral de su nieto Arthur, de siete años, quien había fallecido ayer, víctima de una meningitis meningocócica. Se trató de la primera vez que la Justicia autorizó que el popular expresidente brasileño saliera de la cárcel en Curitiba, donde está preso desde el 7 de abril último, en cumplimiento de una condena a 12 años de reclusión por corrupción y lavado de dinero en el marco de la Operación Lava Jato.

A pesar de que los abogados de Lula, la jueza federal de Curitiba Carolina Lebbos y los fiscales del Ministerio Público había acordado no revelar los detalles del viaje del exmandatario, una multitud lo esperaba desde temprano frente al cementerio Jardim da Colina, en las afueras de la localidad paulista de São Bernardo do Campo. «¡Fuerza, Lula!» y «¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!» le gritaron sus seguidores entre aplausos. Ante el temor de que ocurriese algún desborde, la Policía Federal reforzó el operativo de seguridad y al final 275 agentes integraron la masiva escolta que incluyó un traslados en helicóptero, avión y camionetas.

Según personas que participaron del velatorio de Arthur -hijo de Sandro Luis da Silva, uno de los cinco hijos de Lula-, el expresidente aprovechó para reafirmar su inocencia dentro de la capilla del cementerio. «Voy a probar mi inocencia y cuando vaya al cielo, lo haré llevando mi diploma de inocente. Voy a probar quién es ladrón en este país y quién no lo es. Quien me condenó no puede mirar a los ojos como yo te miraba», dijo Lula frente al ataúd de su nieto, según testigos que prefirieron no identificarse.