Lorenzetti: «La Corte seguirá funcionando normalmente»

El juez Ricardo Lorenzetti salió a bajarle el tono a la tensión y consideró que «la Corte no puede dar una imagen de que lo único que hay son disputas internas»

Menos de 24 horas después de la renuncia de Elena Highton de Nolasco a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el juez Ricardo Lorenzetti salió a bajarle el tono a la tensión y consideró que «la Corte no puede dar una imagen de que lo único que hay son disputas internas».

«La responsabilidad institucional frente a la población es muy importante y no puede dar una imagen de que lo único que hay son disputas internas. Tenemos que mantener cierta responsabilidad institucional. La Corte seguirá funcionando normalmente», aseguró en diálogo con radio Con Vos.

«Cuando yo entré, en 2005, había problemas de trascendidos que desprestigiaron mucho a la Corte de los 90, trascendidos internos, una versión más devaluada de lo que era la idea de un cortesano. Nosotros establecimos una política de Estado y creamos el CIJ (Centro de Información Judicial), concentrando toda la información pública y oficial. Eso funcionó durante muchos años muy bien y en los últimos años volvimos a tener los problemas de trascendidos que tenemos ahora», dijo Lorenzetti.

«Creo que no hay manera de que una institución funcione en base a trascendidos, le hacen daño, es una cuestión de seriedad y de respeto», declaró este miércoles. Vale recordar que su última aparición había sido a través de una carta que decidió hacer pública en la que cuestionó la forma en la cual Horacio Rosatti fue elegido como nuevo presidente del cuerpo, elección de la que no fue parte por estar ausente.

En ese sentido, el magistrado aclaró que «yo hablo con todos las veces que sea necesario y siempre lo hice durante muchísimos años. Fui más de una década presidente y nunca ocurrió esto. Tenemos que brindar ejemplaridad. Ahora tenemos una crisis y habrá que solucionarla».

Negó rotundamente una supuesta pelea con Rosatti, recordó que se conocen hace muchos años y dijo que «nuestra responsabilidad es dialogar, consensuar…» aunque luego admitió que «es normal que haya disidencias», que las adjudicó estrictamente a posiciones jurídicas y no personales.

Al ser consultado sobre la forma en la que Rosatti accedió a la presidencia de la Corte, algo que fue el centro de su carta, Lorenzetti dijo: «Hay cuestiones que hay que explicar. Yo envié una carta explicando una posición frente a alguien que decide votarse a sí mismo; hay dos posiciones: una que dice que es legítimo y otra que dice que no. Yo sentí la necesidad de fijar posición porque no pude estar en ese acuerdo, la presenté, la agregaron y la hice pública. Eso no significa impugnar la designación del doctor Rosatti».

En otro pasaje, el rafaelino cuestionó la convocatoria que realizara su par Carlos Rosenkrantz para la elección, a sabiendas de que él estaba ausente por trabajo y no podría votar.

«La elección siempre se hizo por acuerdo ordinario. Esta fue una excepción. Yo no estaba simplemente en un Zoom. Yo fui designado por el Estado argentino en dos oportunidades. Primero por la presidenta Cristina Kirchner y en una segunda oportunidad por el presidente (Mauricio) Macri. Represento al Estado argentino en un organismo de Naciones Unidas que sesiona para elaborar acuerdos internacionales sobre contratos. No es un zoom donde uno dice lo suspendo y listo, es una sesión de Naciones Unidas», aclaró.

Sobre el remplazo de Highton de Nolasco, Lorenzetti anticipó que sería una mujer ya que «la Corte, de acuerdo al decreto 222, tiene que tener una integración equilibrada en materia de género. Es una decisión del Poder Ejecutivo el que nomina, pero supongo que será una mujer, es importante.»

A futuro, planteó además que «en materia penal hay que hacer una reforma profunda del sistema porque no hay leyes que lo ordenen. En materia federal estamos a medio camino desde hace años entre un sistema acusatorio y otro distinto. Hay muchísimas vacantes judiciales, por eso se demora todo y hay una crisis importante» y reconoció también que actualmente «la Corte tiene una cantidad de causas penales que no debería tener, es imposible».