El ambiente en Alpine se torna crispado luego de la última carrera en Bahréin, donde Pierre Gasly sumó 6 puntos y las tensiones entre los pilotos y la dirección del equipo se hacen evidentes. Flavio Briatore, asesor ejecutivo, anhela ver a Franco Colapinto, piloto argentino, ocupando un lugar en uno de los monoplazas. Colapinto ha destacado en pruebas TPC y ensayos privados, mostrando su destreza tanto dentro como fuera del auto.
El rendimiento de Colapinto como probador ha sido elogiado por su habilidad para mejorar la puesta a punto de los monoplazas de Alpine. Mientras tanto, la inconsistencia de Jack Doohan ha sembrado dudas en el equipo, con Briatore y Oliver Oakes, director del equipo, manteniendo posturas opuestas sobre quién merece ser el piloto titular. Oakes respalda a Doohan y considera a Paul Aron como posible reemplazo.
Los rumores sobre un "período de gracia" para Doohan han aumentado la incertidumbre en Alpine, mientras Colapinto continúa demostrando su valía en el simulador, preparándose para un posible debut en el Gran Premio de Miami o en Imola. La presión por obtener resultados no solo radica en lo deportivo, sino en las implicancias económicas para Alpine, que necesita sumar puntos de manera constante.
La inversión de Briatore en el talento de Colapinto se enfrenta a la realidad de un Doohan problemático y costoso en pista. La próxima carrera será crucial para definir el futuro de los pilotos y el equipo en su conjunto, en una lucha interna por el liderazgo dentro de Alpine y la consolidación en la élite de la Fórmula 1.