La canción ‘Freed from Desire’, de la cantante pop italiana Gala Rizzatto, se ha convertido en el himno futbolístico del Mundial de Clubes de 2025. Con un mensaje de rebeldía y amor, esta icónica canción ha resonado en distintas generaciones, convirtiéndose en un clásico del pop de los años 90. Desde su resurgimiento en el torneo en Estados Unidos, hasta su papel en la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, ‘Freed from Desire’ une a los aficionados con su coro pegadizo y su energía festiva. Una historia que ilustra cómo una melodía puede trascender fronteras, idiomas y contextos, convirtiéndose en un himno universal que une a millones de personas en torno a la pasión por el fútbol.
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HISTORIA UNIVERAL
La historia de ‘Freed from Desire’ se remonta a 1996, cuando Gala Rizzatto compuso la canción en Nueva York a la temprana edad de 20 años. Su mensaje de rebeldía contra la presión capitalista por el dinero y el poder, y su defensa de valores como el amor, la libertad y la mente, ha sido adoptado por aficionados de equipos y selecciones alrededor del mundo. Este himno espontáneo para animar a los jugadores ha estado presente en momentos clave del fútbol global, resonando en estadios y celebraciones deportivas. Gala, reconocida artísticamente como GALA, ha vivido una exitosa carrera musical que trasciende el fútbol, con apariciones en estadios durante los Juegos Olímpicos tanto de invierno como de verano.
La conexión de Gala con el deporte va más allá del fútbol, extendiéndose a presentaciones en los Juegos Olímpicos y su participación como actriz en distintos países europeos. Su música eurodance ha vendido más de seis millones de discos a nivel global, demostrando la trascendencia de ‘Freed from Desire’ en una nueva generación de aficionados. Con un poder único para unir a las personas, la música de Gala demuestra que el amor por el fútbol no entiende de fronteras ni de idiomas.