La titular del opositor Partido de los Trabajadores, la diputada Gleisi Hoffmann, afirmó hoy que la derecha liberal hizo un pacto de tolerancia con el presidente Jair Bolsonaro para permitir la ejecución de una agenda de ajuste fiscal y privatizaciones, razón por la cual no avanzó ningún pedido de juicio político en la pandemia, que llegará a los 100.000 muertos este fin de semana.
En una entrevista telefónica con Télam, la diputada también abordó lo que puede ser una bomba político-electoral para 2022: que el Supremo Tribunal Federal considere, como ya hicieron dos jueces de la corte el lunes, que las condenas contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por parte del ex juez Sérgio Moro estuvieron motivadas políticamente para afectar la elección de 2018, que consagró a la fórmula Jair Bolsonaro-Hamilton Mourao.
«Moro eligió a Bolsonaro, la Lava Jato eligió a Bolsonaro, esto está quedando claro», afirmó, y sostuvo que el jefe del Estado ha perdido popularidad desde su elección, pese a mantener un tercio del electorado de derecha, según las encuestas, firme a su lado.
Télam: Esta semana la Sala II del Supremo Tribunal Federal consideró que el ex juez Moro usó políticamente la delación del ex ministro Antonio Palocci tres días antes de las elecciones de 2018 para influir políticamente. Esa misma sala debe resolver la anulación de las condenas contra Lula por falta de parcialidad de la operación Lava Jato. ¿Cómo ve la situación?.
Gleisi Hoffmann: El Supremo Tribunal Federal ha rescatado la verdad. Siempre hemos denunciado la interferencia política de Moro, la delación de Palocci no fue aceptada porque mintió. Fue un acto político del juez (que después fue ministro de Justicia de Bolsonaro, hasta abril pasado) para entrar en el juego electoral. Podemos decir que Moro eligió a Bolsonaro. Haber mantenido en secreto de la defensa los documentos de Odebrecht fue usado para armar causas.
T: ¿Si la Corte Suprema anula las sentencias contra Lula, el expresidente puede ser candidato en 2022, algo que lo colocaría enfrente de Bolsonaro y posiblemente de Moro?.
GH: Espero que la Corte lo haga lo antes posible porque no se puede andar con el peso de una condena injusta. El habeas corpus que tiene la corte no sólo debe reestablecer la justicia hacia Lula, sino rescatar la crediblidad del Poder Judicial. Nos gustaría mucho que siendo restituido Lula fuera candidato, pero primero deben devolverle los derechos políticos.
T: En pocas horas Brasil habrá llegado a 100.000 muertos por coronavirus desde marzo con un Presidente que hasta hoy sigue rechazando el distanciamiento social, ¿cómo evalúa esto?.
GH: Llegamos a esto por la irresponsabilidad, incapacidad de articulación y su posición criminal, no necesitaba llegar así. Estudios dicen que llegaremos a 200.000 en poco tiempo. Dijo que ponía la economía por delante de la salud y tenemos un desastre económico. No hizo ni un comité de crisis, no quiso articular ayuda con gobernadores e intendentes. Él indujo a la naturalización de las muertes. Ayer mismo, dijo la frase ‘y bueno, la vida continúa’. En Argentina vemos lo contrario, el presidente Alberto Fernández logró proteger a la población y a la economía. Brasil está abandonado a una crisis sanitaria y económica sin precedentes.
T: Sin embargo, el Presidente aparece firme en las encuestas manteniendo un tercio que parece ser duradero y está recibiendo apoyo de los sectores que están recibiendo las ayudas de emergencia aprobadas por el Congreso contra la pandemia.
GH: Bueno, Bolsonaro tenía al inicio de su mandato más del 60% de apoyo y ahora tiene cerca de 30%. No es verdad que se fortaleció. Otros presidentes a esta altura del mandato tenían más aprobación. Es claro que la población le da el crédito por el auxilio de emergencia (120 dólares mensuales por cinco meses) aprobado por el Congreso. El problema es que ya dijo que no puede mantener eso. Ellos tienen una contradicción. El ministro de Economía, Paulo Guedes, un neoliberal extremo, tiene algo contra la distribución de renta. Pero lo que protege al pueblo es la creación de empleo. En el PT tenemos un gran proyecto, la necesidad de discutir una suerte de ‘new deal’ tras la pandemia.
T: Esta semana el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, reivindicó haber destituido a Dilma Rousseff por delitos de ‘pedaleadas fiscales’ en el presupuesto y dijo no ver razones para aprobar alguno de los 48 pedidos de juicio político contra Bolsonaro, muchos por su acción en la pandemia. ¿Esto muestra una nueva composición entre los sectores de centro, centroderecha y derecha tradicionales?.
GH: Esto ha significado un gran pacto para la permanencia de Bolsonaro. Es un pacto para mantener a un Bolsonaro quieto, más controlado, luego de la prisión de su amigo (el expolicía Fabricio Queiroz, acusado de lavar dinero del senador Flávio Bolsonaro). Entonces hizo un pacto con la derecha liberal y el llamado «Centrao» en el Congreso para hablar menos y dejar la agenda económica avanzar, como la reforma tributaria y otras acciones de desmonte del Estado. Y Maia (Demócratas) es el coordinador de este proceso. Incluso la TV Globo hasta hace poco tenía 30 minutos diarios de cobertura en sus noticieros para la pandemia y ahora eso bajó a 10 minutos, sin justificación. Entonces lo que hay es un gran pacto de tolerancia a Bolsonaro.
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