El Predio Ferial Catamarca recibió nuevamente a las familias de catamarqueños y turistas que hicieron parte, junto a los artistas, de la segunda velada festivalera en este Poncho 2019, organizado desde la secretaría de estado de cultura.
Otra noche cálida y agradable se inauguraría con la danza, esta vez con el colorido despliegue del Ballet Danzar Joven. Inmediatamente, los conductores de la noche, Juan Carlos Medina, de Belén y Mariel Salazar, de Mutquin (Pomán) anunciaban la llegada al escenario de Diego Pérez, el primer show de música en vivo de la noche.
A la música en clave tradicional del dúo Hansen Segura le seguiría la primera presencia femenina de la noche con la voz de Noelia Tula. Luego, el fuelle de Kaly Barrionuevo soplaría un aire musical que abrazó a toda la provincia.
Llegaría el turno para que la cantora Loy Carrizo demuestre que lleva al folklore como un lenguaje impreso en el cuerpo. A la música llena de río de Ecos del Litoral le seguiría la participación de Mamerto Ayosa, el grupo La Fortaleza, la voz de Fernanda Cruz y la actuación de Nelson y Omar.
La majestuosa voz de Mercedes Sosa pondría el manto musical para que el ballet Danzar Joven interpretara el «Romance de la Luna Tucumana», en un despliegue de danza folklórica que el público supo celebrar con su aplauso.
El semillero del Pre-Poncho daría lugar a Ian Rojas, de Santa Rosa, que expandía su voz en una emotiva versión de la «Zamba de los Mineros». Otra de las mujeres protagonistas de la noche fue Lucía Tolaba. Esta joven santamariana pondría con su violín el clima festivalero que la noche ameritaba. Llegaría entonces el turno para Nicolás Salado, otro santamariano y, luego, para la santaroseña Emilia Rivera.
La noche tendría también su momento para el homenaje y el reconocimiento. La secretaria de Cultura de la Provincia, la Lic. María Jimena Moreno, entregaría una distinción al reconocido locutor y profesor de música catamarqueño Mario Díaz que al momento de tomar la palabra, emocionó a todos con su sentido homenaje a los 250 trabajadores de la Secretaría de Cultura que hacen posible el festival.
La misma voz del profesor Díaz presentó al Cololo Macedo. Este experimentado artista catamarqueño subiría al escenario para entonar uno de los himnos de estas tierras; «Zamba de la añoranza», como así también «Caminos», chacarera de autoría propia, y unos gatitos que obligaron a los bailarines a salir de sus sillas.
A la alegría de la Delegación del Departamento Santa María le siguió el show de las Voces del Viento, la melodiosa voz del notable cantor Nicolás Reyna y la música profunda y enraizada de los Hilos del Viento.
Un público caluroso que iba colmando las instalaciones del predio recibió con aplausos a la Delegación de Santa Rosa (Los Altos) y luego al artista Germán Fuentes. Las actuaciones Peke Bonardi y Sumaig Songko serían la previa perfecta para ir llegando a los cierres de la velada.
Un momento bien catamarqueño se viviría gracias a la voz de Silvia Pacheco. La consagrada cantora que supo hacer colaboraciones con Mercedes Sosa, y que actualmente se encuentra también desarrollando su faceta de anfitriona y conductora de TV con su programa de entrevistas, se entregó al aplauso de la gente con un repertorio que invitaba a sentir el orgullo de pertenecer a esta tierra.
Con un predio ferial a pleno y ansioso llegaría, de la mano de Jorge Rojas, el gran cierre de la noche de festival. El cantor de Marca Borrada, la localidad en donde se crió, en pleno chaco salteño, ofreció al público las canciones que está llevando actualmente por todo el país en el marco la gira nacional de su disco último “Mi cantar”. La ovación del público se hizo sentir tanto como una forma de despedir a este popular artista nacional como también de celebrar otra noche festivalera de música, danza y encuentro: los ingredientes exactos.
Fotografía: Iván Calderon y Raúl Gomez.
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