El presidente brasileño Jair Bolsonaro, defensor de la liberación de armas, declaró que si alguien ingresara en su casa no dudaría en atacarlo a balazos. «Yo , por ejemplo, como hombre tengo que defender a mi mujer, y si un hombre entra en mi casa (…), ahí hay que meter bala», planteó el gobernante.
De esa forma Bolsonaro reafirmó su convicción a favor de la flexibilización de la portación de armas que dio lugar a un decreto publicado el miércoles pasado en el que camioneros, políticos, periodistas y otros grupos fueron beneficiados con ese permiso.
«Si alguien entra en su casa hay que descargar (proyectil) en él», recomendó Bolsonaro en una entrevista realizada este domingo a Radio Bandeirantes.
Bolsonaro, electo en octubre pasado con una retórica a favor de las armas y de «mano dura» contra el crimen, firmó la medida en una ceremonia en Brasilia el martes, pero el texto completo que fue divulgado al día siguiente reveló un amplio rango de sectores que fueron autorizados a cargar armas en público, como agricultores, cazadores e incluso algunos periodistas.
“Si alguien entra en su casa hay que descargar (un proyectil) contra él”
El mandatario justifica todos estos cambios invocando un referéndum de 2005, en el que casi el 64% de los brasileños se mostró contrario a prohibir totalmente el comercio de armas.
Pero especialistas aseguran que flexibilizar los controles aumentará la violencia armada en un país que ya ostenta uno de los mayores índices de homicidios del mundo. Brasil registró 64.000 homicidios en 2017, una tasa de casi 31 por cada 100.000 habitantes, cifra tres veces superior al nivel considerado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como violencia endémica.
El decreto también autoriza a los propietarios de armas a comprar hasta 5.000 municiones por año, dependiendo del calibre que se trate, un gran salto en relación con el límite anterior, de apenas 50. El texto también facilita la importación de armas y municiones, una antigua demanda de los fabricantes internacionales y los fanáticos de las armas extranjeras.
Bolsonaro afirmó que hay un clamor «popular» por la tenencia y circulación con armas a la que él prometió dar respuesta durante la campaña electoral de 2018.
La jueza Rosa Weber, del Supremo Tribunal Federal, solicitó al jefe de Estado que presente esta semana los argumentos jurídicos en los que se sustenta el decreto. Las asesorías jurídicas del Senado y Diputados apuntaron inconsistencias legales y eventualmente constitucionales en la normativa.
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