El ejército israelí ha destruido más de 120 lanzadores de misiles superficie-superficie, lo que representa aproximadamente un tercio del arsenal iraní, según declaraciones del portavoz militar Effie Defrin. En respuesta, Irán ha reducido de manera notable la intensidad de sus ofensivas, marcando el nivel más bajo desde el inicio de sus bombardeos.
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CAMBIO DE TÁCTICA
La reducción en la frecuencia de los ataques podría indicar que los bombardeos israelíes han mermado la capacidad de Teherán para lanzar misiles. Aunque también existe la posibilidad de que los líderes iraníes estén ajustando su táctica para sostener un conflicto prolongado. Antes del inicio de la guerra, Israel estimaba que Irán contaba con aproximadamente 2.000 misiles balísticos, pero tras el lanzamiento de unos 400 misiles y la destrucción de parte de sus reservas, los expertos israelíes calculan que el país persa aún dispone de más de 1.000 misiles balísticos.
EFECTIVIDAD DE LOS SISTEMAS DE DEFENSA
A pesar de la reducción en la intensidad de los ataques, las autoridades israelíes mantienen la preocupación de que Irán pueda encontrar nuevas formas de responder. Aunque la mayoría de los misiles son interceptados, los daños y las víctimas continúan acumulándose, manteniendo la tensión en la región y la incertidumbre sobre la evolución del conflicto.