El ataque de Israel contra sitios estratégicos en Irán desató una respuesta sin precedentes: una ola de misiles balísticos lanzados por Irán sobre territorio israelí. La ciudad de Isfahán, con instalaciones nucleares, fue uno de los principales blancos. Las tensiones entre ambos países, presentes durante décadas, alcanzan un nivel crítico con este enfrentamiento directo.
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NUEVA ESCALADA DE TENSIONES
Los ataques casi simultáneos generaron alarma en amplias zonas, con población civil en máxima alerta. Las explosiones en Isfahán activaron las defensas aéreas y la incertidumbre en torno al programa nuclear iraní aumenta. Por su parte, Israel activó sus alarmas antiaéreas y las Fuerzas de Defensa emitieron avisos a la población, instando a refugiarse.
El enfrentamiento directo entre ambos países representa un salto en la escalada del conflicto, generando inquietud internacional por la estabilidad de la región. Mientras la comunidad internacional expresa preocupación, millones de personas en Irán e Israel aguardan con incertidumbre nuevos acontecimientos en medio de esta confrontación abierta.