Irán llevó a cabo ejecuciones a un ritmo alarmante el año pasado, con al menos 975 personas ejecutadas, según denunció el secretario general de la ONU. La alta comisionada adjunta de derechos humanos, Nada Al-Nashif, pidió a Irán detener todas las ejecuciones y negociar para frenar el conflicto con Israel. Según el informe, el número de ejecutados en 2024 superó los 834 de 2023, marcando el nivel más alto desde 2015. Cuatro de las ejecuciones fueron públicas y el país utiliza el ahorcamiento como método de ejecución. Del total de ejecuciones, el 52% fue por delitos relacionados con drogas, el 43% por homicidio, el 2% por delitos sexuales y el 3% por delitos contra la seguridad nacional. Además, el informe reportó un aumento en el número de mujeres ejecutadas: al menos 31 en 2024, de las cuales 19 habrían sido ejecutadas por homicidio en contextos de violencia doméstica, matrimonios forzados o matrimonios infantiles. Se destaca también el impacto en minorías étnicas, con al menos 108 prisioneros baluches y 84 kurdos ejecutados en 2024. Por último, el informe detalla violaciones a derechos humanos, incluyendo torturas, detenciones arbitrarias, juicios injustos y represión a la libertad de expresión, con al menos 125 periodistas procesados en 2024, 40 de ellos mujeres. Al-Nashif lamentó la negativa de Irán a la misión internacional independiente de investigación sobre derechos humanos.
Irán bate récord con al menos 975 ejecuciones en 2024, según informe de la ONU
