Un joven de 20 años, oriundo de la localidad misionera de San Pedro, que trabajaba cosechando uvas en Brasil fue asesinado a tiros en la ciudad de Antônio Prado, ubicada en el estado de Río Grande do Sul.
El trágico episodio sucedió en el barrio Paesse Novo, una localidad que se encuentra aproximadamente a 320 kilómetros de El Soberbio, Misiones, según informó El Territorio. De acuerdo con la reconstrucción efectuada por la Policía Civil de Brasil, todo comenzó alrededor de las 18.30 de este domingo, con un llamado que alertaba acerca de unos disparos de arma de fuego en una vivienda de la calle Trento.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron el cuerpo del argentino, a quien luego identificaron como Emmanuel Antonio Cáceres, de 20 años. A su lado, también con heridas de bala, pero aun con vida, había otros dos jóvenes, de 20 y 22, que fueron trasladados de inmediato al hospital local para recibir atención médica. Uno de ellos, el brasilero Bruno Das Silva Martins, murió poco después en el hospital San José; el otro, de quien no trascendió su identidad, continúa grave.
En el interior de la vivienda, de acuerdo con el portal brasilero GZH, los policías descubrieron a otro joven de 22 años y a un adolescente de 16 años, que portaba un revólver calibre .38 con cinco municiones sin disparar. El menor afirmó que el arma era suya, pero negó su participación en el crimen, alegando que acudió al lugar alertado por el tiroteo para brindar apoyo a sus amigos. Ambos fueron trasladados a la Comisaría de Emergencias de Caxias do Sul para registrar el incidente. Desde entonces, el mayor de edad permanece detenido.
Según pudo saber Infobae, la familia del joven misionero fue notificada del crimen el lunes al mediodía. El capataz de la hacienda donde Antonio trabajó durante la temporada de cosecha se comunicó para darles aviso de que había sido asesinado. “Estamos en un luto muy grande. Lo mataron y no sabemos por qué. Él solo viajó a trabajar”, dijo a este medio el hermano mayor de la víctima, Maximiliano Carballo (30).
Hasta el momento, no trascendieron detalles adicionales sobre la investigación en curso, por lo que aún no se estableció una hipótesis firme sobre el motivo del ataque. Tampoco está claro qué hacía el joven ahí. Según El Territorio, quienes lo contrataron le habían advertido acerca la peligrosidad de la localidad brasileña. En ese sentido, los investigadores creen que la declaración del sobreviviente sería crucial para avanzar en el esclarecimiento del hecho.
Este miércoles a la tarde, el padre y otro de los hermanos de Antonio estaban en viaje a Brasil, donde esperan ser recibidos por funcionarios de Cancillería Argentina para hacer la identificación del cuerpo en la Morgue Judicial y poder repatriar los restos.
El próximo 20 de junio, Antonio Cáceres hubiera cumplido los 21 años. No era la primera vez que el joven cruzaba la frontera para ir a trabajar. Su hermano explicó que ya lo había hecho en años anteriores. “Su idea era comprar un terreno para tener su propio hogar. Se había ido hacía tres meses a cosechar uvas. A mediados de febrero regresó de visita y trajo dinero. Después volvió para concluir el trabajo. Iba a regresar definitivamente este viernes para conocer a nuestra sobrina, que nació hace pocos días”, lamentó Maximiliano.
También aseguró que no “tenían la menor idea” de que la zona donde estaba trabajando Antonio era peligrosa. Acerca de la manera en que su hermano consiguió el trabajo, Maximiliano contó que fue de forma particular -no fue con un grupo de la misma localidad como ocurre últimamente- luego de activar contactos que había generado de sus experiencias anteriores.
Y cerró: “Pedimos que no sea Antonio más uno más en la lista de los asesinatos en Brasil. Hace un año y un mes falleció mi abuelo, que para mí era como un padre. No estábamos preparados para esto: nos cayó como un balde de agua fría”.
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