Las paredes del vestuario delAuckland Cityen el estadioKiwitea Streetexhibieron una serie de imágenes y mensajes que no pasaron inadvertidos para los seguidores del fútbol internacional. Entre las fotografías, una en particular destacaba: mostraba el gol de cabeza deChristian Grayque selló el empate anteBoca Juniorsen el reciente Mundial de Clubes, acompañada de una cita textual que apuntaba directamente al técnico argentino. El mensaje reproducía las palabras deMiguel Ángel Russotras la derrota del equipo neozelandés por 10-0 frente alBayern Múnich:“Sin faltarle el respeto a nadie, el rival del Bayern Múnich (Auckland) no es un equipo profesional”. La imagen, lejos de ser un simple recuerdo, funcionó como una respuesta irónica y calculada.
Este gesto delAuckland Cityse produjo en el primer partido que disputó como local tras su participación en el Mundial de Clubes, un empate 1-1 frente alFencibles Unitedpor las Ligas Regionales de Nueva Zelanda. El club neozelandés, integrado en su mayoría por chapistas, ferreteros y empleados de comercio, aprovechó la ocasión para reivindicar su desempeño internacional y, de paso, devolverle aRussoel comentario que había hecho sobre su profesionalismo. En otra de las imágenes expuestas en el vestuario, se leía:“Una semana después, el 25 de junio en el Geodis Park de Nashville, el famoso Auckland City empató 1-1 con el poderoso Boca Juniors”. La frase, cargada de ironía, subrayaba el contraste entre la percepción previa del técnico argentino y el resultado obtenido en el campo.
La reacción delAuckland Cityno se limitó a una sola cita. El club decoró el vestuario con más fotografías que retrataban distintos momentos de su plantel, compuesto por jugadores que, fuera del fútbol, desempeñan oficios alejados del profesionalismo deportivo. Esta composición del equipo había sido precisamente uno de los argumentos deRussopara relativizar el empate deBoca Juniorsante los neozelandeses, tras el 2-2 frente alBenficaen Estados Unidos. La respuesta visual y textual del club deNueva Zelandaevidenció que no dejaron pasar la oportunidad de contestar, con humor y orgullo, a las palabras del entrenador argentino.
El episodio se suma a una serie de situaciones que han puesto aBoca Juniorsen el centro de la atención mediática, tanto por su rendimiento deportivo como por cuestiones institucionales. Los problemas internos del club argentino han trascendido fronteras, llegando incluso a medios de Inglaterra, que se hicieron eco de la exclusión deMarcos Rojodel plantel. Ahora, la repercusión alcanza también aNueva Zelanda, donde el empate ante un equipo considerado amateur se transformó en motivo de celebración y reivindicación para elAuckland City.
El partido ante elFencibles Uniteddejó alAuckland Cityen la quinta posición de la liga regional, pero el resultado deportivo quedó en segundo plano frente al mensaje dirigido aRussoy, por extensión, aBoca Juniors. La escenografía del vestuario, con fotos y frases cuidadosamente seleccionadas, funcionó como un recordatorio de que, en el fútbol, las palabras pueden tener tanto peso como los goles.