Luka Krizanac (29), quien estuvo 17 años sin movilidad en sus manos, regresó a Filadelfia para visitar el Penn Medicine, donde un innovador trasplante doble de manos le devolvió funciones básicas perdidas. #trasplantedemanos #Pensilvania #esperanzamedica
Tras una faringitis estreptocócica a los 12 años, Luka perdió sus manos y piernas, dependiendo de otros para actividades cotidianas. Tras enterarse del programa de trasplante de mano de la Universidad de Pensilvania, inició el proceso de evaluación y preparación. En 2024, localizaron un donante compatible, y la compleja cirugía de 10 horas fue un éxito, permitiéndole recuperar la movilidad.
El doble trasplante de mano involucra la complejidad técnica de conectar huesos, tendones, músculos, vasos sanguíneos y nervios, así como asegurar la compatibilidad inmunológica y anatómica. Tras la cirugía, Luka ha experimentado una recuperación constante, recuperando gradualmente la función de sus manos. Su historia ofrece esperanza a otros pacientes que enfrentan situaciones similares, y su gratitud se extiende especialmente hacia la familia del donante, cuya decisión hizo posible este cambio radical en su vida.