Homenaje excéntrico: empresario gitano sepultado en ataúd de oro macizo

Un empresario de la comunidad gitana de 69 años fue sepultado en un ataúd de oro macizo, tras un excéntrico recorrido de una semana en Rolls-Royce por diversas localidades de Inglaterra. Frank Thompson, conocido por su modestia, recibió un homenaje contrastante con su perfil bajo y alejado de la ostentación.

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La magnificencia del funeral contrasta con la personalidad discreta de Thompson, quien era reconocido como un hombre de negocios sabio y generoso. La decisión de organizar una ceremonia de tal magnitud busca enviar un mensaje claro sobre la comunidad gitana viajera, mostrando su lado positivo al mundo.

El cortejo visitó lugares emblemáticos donde Thompson operó sus negocios, permitiendo que familiares y allegados pudieran rendirle tributo de manera especial. Además, la familia planea construir un monumento de mármol en su honor en un cementerio del sur de Londres, como un tributo duradero a su legado.

A través de su ejemplo, Thompson motivó a varias personas a orientarse hacia los negocios y a aspirar a una vida próspera. Su liderazgo trascendía hacia toda la comunidad, siendo considerado como «la cabeza de una familia muy grande, el rey de la familia: todos lo admiraban». Amistades y allegados lo recordarán como un «hombre encantador», reconocido por su «corazón de oro» y «las mejores intenciones para todos».

Tras su muerte, tanto su hijo como un amigo cercano asumieron el control del negocio familiar, con la esperanza de mantener vivo el legado del patriarca.