Con la escalofriante frase «Quiero reportar un asesinato… maté a mi novia», Christopher Hemming, de 47 años, confesó por teléfono a la policía británica haber apuñalado hasta la muerte a su expareja Cheryl McKenna, de 44 años, en Redditch, Worcestershire, Reino Unido. #asesinato #confesión #escalofriante
INVESTIGACIÓN EN CURSO
Hemming fue condenado el pasado 21 de julio a cadena perpetua con una pena mínima de 15 años por el asesinato ocurrido el 11 de noviembre de 2024. La frialdad con la que describió el crimen al operador de emergencias, junto con su comportamiento posterior, revela una calculada perturbación. Hemming admitió el ataque y mostró frialdad en llamar a una amiga de la víctima para comentar el crimen. #fríocalculada #cámaratelefono #siniestro
La Policía de West Mercia informó que Hemming cambió su declaración a culpable a mitad del juicio, tras evidencia abrumadora en su contra. El Inspector Jefe Detective Gareth Lougher caracterizó a Hemming como «un individuo increíblemente peligroso y manipulador, que no ha mostrado remordimiento por sus acciones imperdonables». #peligroso #manipulador #sinremordimiento
La familia de Cheryl McKenna emitió una declaración previa donde la describieron como «una parte enorme e integral de nuestra familia y será extrañada terriblemente como madre, hija, hermana y tía». La sentencia representa un cierre judicial para un caso que ejemplifica la violencia en su expresión más extrema, donde el agresor prefirió destruir la vida de su expareja antes que aceptar su decisión de rehacer su vida sentimental con otra persona. #violenciaextrema #cierrejudicial #tragedia