Max Holloway logró una victoria histórica al vencer por primera vez a Dustin Poirier en el UFC 318, disputado en el Smoothie King Center de Nueva Orleans. En la última pelea de Poirier como profesional, Holloway se impuso por decisión unánime tras cinco asaltos intensos, defendiendo su cinturón BMF y culminando una trilogía marcada por la rivalidad y el respeto mutuo.
#UFC318 #MaxHolloway #DustinPoirier
El combate comenzó con Holloway enfocado y agresivo. En el primer asalto derribó a Poirier, una rareza en la carrera de ambos. Holloway conectó combinaciones certeras y mantuvo la presión, mientras que Poirier resistió una ráfaga que estuvo cerca de finalizar el combate en los primeros minutos.
En el segundo asalto, Poirier respondió con un potente gancho de izquierda que hizo tambalear al hawaiano y buscó someterlo con una guillotina que finalmente no prosperó. A partir del tercer asalto, la pelea se tornó pareja, con ambos intercambiando golpes y turnándose el dominio en el centro del octágono. Ninguno cedió terreno y cada ataque recibía una respuesta inmediata.
Los jueces otorgaron la victoria a Holloway con tarjetas de 48–47, 49–46 y 49–46, respaldando así su desempeño ofensivo y la efectividad de sus ataques, con 201 golpes conectados frente a los 109 de Poirier. El resultado marca un giro en la historia entre ambos: Poirier había vencido a Holloway en sus dos pleitos previos, primero por sumisión en 2012 y luego por decisión unánime en 2019, cuando obtuvo el título interino de peso ligero. Esta vez, Holloway subió de forma permanente a las 155 libras y retuvo su cinturón, consolidándose como BMF tras haberlo conseguido previamente frente a Justin Gaethje.
Para Dustin Poirier, la lucha en su ciudad natal significó la conclusión de una trayectoria destacada en el MMA. Se despidió con un récord de 30-10, incluyendo dos victorias sobre Conor McGregor y triunfos ante figuras como Justin Gaethje y Michael Chandler. Aunque no alcanzó el cinturón indiscutido, Poirier fue campeón interino y construyó una carrera recordada por el espectáculo y la entrega en cada combate.
El gesto final de Holloway solicitando aplausos para Poirier reflejó el espíritu de respeto que marcó el enfrentamiento. La despedida de Poirier, acompañado por un video de homenaje, deja una huella profunda en la historia de UFC y cierra uno de los capítulos más emblemáticos de la división.