Tras la intensa lucha de poder en Red Bull, culminando en el despido de Christian Horner después de dirigir el equipo de Fórmula 1 durante dos décadas, Helmut Marko aclara que la decisión vino directamente de la dirección, específicamente de Oliver Mintzlaff. A pesar de los logros de Horner, el rendimiento no cumplió las expectativas. La salida de Horner coincide con una renovada paz en el entorno de Max Verstappen, disipando especulaciones sobre su posible salida. Marko niega que la decisión esté relacionada con el entorno de Verstappen. Los líderes austriacos buscan asumir el control directo de las operaciones de Fórmula 1 desde Austria, evidenciando una revisión profunda en la sede de Milton Keynes. Laurent Mekies liderará la nueva etapa, distribuyendo las funciones de Horner entre varios responsables para evitar cuellos de botella. Austria participará más activamente en la operativa diaria del equipo. Mekies enfocará su labor en lo técnico y en el día a día del equipo de carreras, mientras que áreas como marketing y los sistemas de propulsión quedarán bajo la dirección de responsables específicos. Horner negocia la rescisión de su contrato mientras se mantiene el pago íntegro de su salario, cerrando así una era en Red Bull.
Helmut Marko revela razones detrás del despido de Christian Horner de Red Bull
