Habló la joven baleada en La Banda: «Lo miré y supliqué ‘no, por favor no’, pero siguió disparándome»

La joven madre que fue acribillada a tiros por su expareja habló con Noticiero 7 y contó detalles aberrantes del brutal ataque que sufrió por parte de Santiago Sosa, quien después de agredirla se quitó la vida frente a su padre.

Animada, tranquila, pero por sobre todas las cosas «con muchas ganas de vivir», Luciana Fioretti se recupera rodeada de amor, en una cama de una sala común del Centro de Salud Banda, tras ser acribillada a tiros por su expareja.

La joven madre que reside en el barrio San Fernando respondió favorablemente a los tratamientos médicos y hoy se encuentra fuera de peligro. Cerca de las 17 fue derivada a una habitación común, y desde allí habló en exclusiva con Noticiero 7.

Luciana Camila Fioretti (25) contó por primera vez cómo fue el brutal ataque que sufrió la noche del domingo, cuando salió de su casa para ir en el auto de su suegra a buscar una pileta que los Reyes Magos les habían traído a sus hijos de 4 y 6 años.

«Estaba viendo una película, tomando mate con mi tía cuando escuché el auto de mi ex pareja detenerse frente a mi casa. Le pedí a mi tía que por ningún motivo se vaya, que se quedara conmigo», fueron las palabras de Luciana, quien estaba acompañada de su madre.

La joven continuó diciendo: «Él (por Santiago Sosa) se bajó el auto y me preguntó por los chicos. Le dije que se encontraban con la mamá de él desde el sábado a la siesta. Justo llegaron los chicos con su mamá. Salí a saludarlos y abrazarlos. La mamá de él me dice ‘Luci, bajá la pileta que los Reyes han dejado en su abuela’».

La víctima no se muestra agobiada y recuerda con precisión cada detalle de aquella sangrienta noche. «Él se acercó a mí y me dijo: ‘¿para qué me mientes que vos les ibas a comprar la pileta?’. ‘Yo no te mentí. Tu papá quiso comprarle y regalarles’, le contesté yo».

Brutalidad

Según sostiene Luciana -a quien en la guardia del CIS Banda la llaman «Milagros»- «bajé la pileta del auto. Caminé unos 15 metros hasta la puerta de entrada y me disparó en la espalda. Me salía humo», explica y continúa diciendo: «Lo miré y le dije ‘no, por favor no’, pero siguió disparándome. Corrí», recuerda.

Dentro de la casa, los niños eran cobijados por su abuela paterna, que los llevó a una habitación. «Mis hijos me vieron ensangrentada. Ellos gritaban. Me siguió dando no sé cuantos tiros, no me acuerdo», puntualizó.

Luciana sostiene que su estrategia de defensa le sirvió para poder contar hoy lo sucedido. La joven comentó que le «gusta mucho ver películas. Veo muchas películas. Algo que yo rescato es que atiné a hacerme la muerta. Ante la presencia de un enemigo, en las películas sucede eso. Si te haces el muerto, se da por vencido y se va. Eso hice. Hacerme la muerta, esperar que él arrancara el auto. Entonces levanté la mano para mostrar que estaba bien y fue cuando me ayudaron».